Las tretas ilegales de los okupas de Madrid
El colectivo antisistema difunde un manual de instrucciones para usurpar edificios en pleno auge del «fenómeno okupa» en la capital
El colectivo antisistema difunde un manual de instrucciones para usurpar edificios en pleno auge del «fenómeno okupa» en la capital
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El grupo
«Tú solo no puedes, con amigos sí». Con esta frase los okupas consideran que pueden resumir la idea de «grupo». Los autores del manual explican que muchas veces los proyectos salen mal por «problemas internos de grupo». Aseguran que de lo que se trata es de buscar una casa que se « adapte a las necesidades de grupo y no al revés». También es importante la situación legal de las personas, tiene que haber alguien que pueda identificarse y dar la cara.
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El barrio
Recomiendan los barrios con mayor número de gente afín aunque no descartan, de hecho explican que ya se han dado casos, zonas con pocas experiencias en la okupación. Por último aconsejan no buscar casas aisladas, «ya que ante presiones de policía o matones se pueden encontrar más desprotegidas».
3
La casa
Consultar a gente que conozca la zona y elegir entre las dos o tres direcciones que más les gusten. Esas son las premisas para elegir la casa que se ajuste a sus necesidades. Lo más importante es saber si alguien vive allí para evitar estar ante un allanamiento de morada. Hay que tener cuidado con el estado de la casa, «no hay por qué elegir una ruina que pueda ser peligrosa, necesite un trabajo y dinero abrumadores, e incluso pueda conducir a un desalojo cautelar para garantizar la integridad física de los habitantes».
El polvo y basura en el interior, la suciedad en la fachada y las cartas acumuladas en el buzón son algunas pistas de que el edificio está abandonado.
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Vigilancia
«Es importante que haya gente vigilando en sitios clave y que tengamos un buen sistema de comunicación entre las personas que vigilan y las que van a entrar». También advierten del peligro de la videovigilancia de tiendas, bancos y policía, cámaras de tráfico e infinidad de personas con sus teléfonos móviles, «es importante tener eso en cuenta».
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La entrada
Distinguen entre la entrada pública y la masiva pero advierten de que, en ambos casos «la violencia en la entrada, es decir, romper o forzar cualquier cosa para entrar, está tipificada por ley, de modo que, si es imprescindible hacerlo, tendremos cuidado de que no nos vean ». Las puertas y ventanas son dos puntos estratégicos para entrar aunque tambien se pueed valorar el tejado o la azotea. Explican el procedimiento para okupar a través de ambas zonas. «En una okupación en el centro de Madrid, la entrada fue bien hasta el momento de llegar a la puerta principal. En ese momento se dieron cuenta de que era imposible desmontar la cerradura para abrirla, por lo que estaban encerradas. Suerte que al día siguiente el tipo que guardaba allí sus contenedores les ofreció su llave mientras les decía: "os estábamos esperando"».
En cuanto a los materiales para la entrada, narran que «es importante que todo el material sospechoso, de haber sido utilizado para okupar (escalera, palanca, cizalla, taladro, etc.) desaparezca lo antes posible para evitar que lo encuentre la policía».
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«¡¡Ya estamos dentro!!»
«Lo mejor es esperar a la mañana siguiente para haceros notar. Podéis inspeccionar la casa, y valorar si se adapta a lo que esperábais». Los autores del manual explican cuales son las mejores estrategias para burlar a la policía. «Ante la policía no sabeis nada, ni cuánta gente hay, ni sus nombres, sólo motes, ni si hay luz, ni agua, te abren desde dentro, o te tiran las llaves...».
Durante los primeros días, recomiendan «planificar las permanencias». Se pueden establecer cuadrantes para cubrir las 24 horas con un par de personas como mínimo, depediendo del tamaño de la casa.