Diez locales de Madrid donde tomarse una copa de lunes a domingo
Te invitamos a perderte por los bares, pubs y discotecas de la capital, cóctel en mano, para escribir los renglones torcidos de esas historias que sabes dónde empiezan pero no cómo acabarán
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Madrid nunca duerme. De lunes a domingo es fácil perderse por las calles de la capital para escribir, copa en mano, los renglones torcidos de esas historias que sabes dónde empiezan pero no cómo y en qué lugar acabarán. Ya sean bares de copas, grandes discotecas o pequeños pubs, esta selección de sitios que te brindamos se han ganado su merecido hueco en la noche madrileña y en el anecdotario de muchos noctámbulos. En cualquiera de estos escenarios podrás aderezar tu velada a golpe de pintas, gyn tonics, mojitos, chupitos... Tú sólo preocúpate de disfrutar.
Herman Melville inmortalizó a las ballenas bajo el nombre de Moby Dick. Para muchos, estas dos palabras evocan más que el famoso relato de 1851: hablan del escenario imprescindible para conocer el pulso musical de la capital. Bajo una gran reina del mar de láminas de madera se extiende la barra de aire marinero bautizada como «La Bodega del Capitán». Este local podrás charlar, sentarse y relajarse mientras escuchas música en directo, monólogos o, ya más entrada la madrugada, las hábiles selecciones de sus pinchadiscos. Sus camareros sirven una gran variedad de espirituosos, reservas y premiums de los cuatro puntos cardinales. También está abierto para eventos y celebraciones privadas.
Avda. de Brasil, 5
Honky Tonk
Los Honky Tonk quedaron asociados, a principios del siglo XX, a bares de clase baja para hombres. Sin embargo, muy lejos está el local madrileño que lleva este nombre de ser uno de esos locales sureños y rudos de la Norteamérica produnda. Quizá, al igual que la canción de Mick Jagger y Keith Richards que se titula así, este sea uno de las salas más exitosas de la capital. Dos plantas, dos ambientes diferentes. Bueno sonido y mejores actuaciones en directo.
Calle Covarrubias, 24
Siroco
Por allí han pasado grupos como Calima, Fira Fem, Le Punk, Las Casiotone, Los Summers, Green Valley, Pupila, Tortel, Litoral y Tripulante, Pereza, Héroes del Silencio, Coque Malla, Los Rodríguez y Crucero, entre otros. Tras un cuarto de siglo, hacer una lista de los que han tocado sobre el escenario de la Siroco se convierte en una tarea ardua porque lo han hecho cerca de 8.000 artistas. Moderno y clásico a la vez, Siroco ha mejorado en estética y acústico tras su último lifting arquitectónico. Vio nacer a la mayoría de los grupos y ahora afronta su tercera fase de vida con una remodelación completa y apostando siempre por las nuevas generaciones. Este bar malasañero, asentado en la zona de San Bernardo, es conocido por albergar las sesiones y conciertos de la escena independiente nacional.
Calle San Dimas, 3
Sala Sol
Desde el primer peldaño de la escalera de caracol de la sala Sol, ya intuyes que estás entrando directamente hacia una noche mítica. Desde los tiempos de la Movida madrileña, este local pegado al Kilómetro 0, lleva animando la zona sin perder su frescura original. Tampoco su buen gusto al elegir la música para poner a bailar a sus visitantes. y es que por su cabina de pinchadiscos pasan los más expertos melómanos, avezados captadores de tendencias pero también descubridores de viejos tesoros ocultos del funk, el soul, el rock’n’roll, el garaje y el pop de todos los tiempos.
Calle Jardines, 3
Vía Láctea
Misma música, mismo ambiente. Hace más de un cuarto de siglo las ilustraciones del dibujante de cómics Montxo Algora, que había expuesto también en Manhattan, decoraban la barra principal de La Vía Láctea. A todo se dio un ambiente rockero, que le convirtió en uno de los garitos imprescindibles de aquel Madrid efervescente de los ochenta. Un lugar que desde los años de La Movida nunca defrauda, como su billar, sus mojitos y su selección de cervezas.
Calle Velarde, 18
Museo Chicote
Hay locales que se ponen de moda, otros que se etiquetan como emblemáticos, y luego está Museo Chicote, que sin él la Gran Vía no sería la misma. Inaugurado en 1931, su lista de clientes ya no cabe en las paredes de la coctelería: Ava Gardner, Grace Kelly, Sophia Loren, Ernest Hemingway, Frank Sinatra, Pedro Almodóvar, Cayetana Guillén Cuervo o Alaska. Muchos de ellos tienen cócteles en su honor: «Abrazos Rotos», «Caye» y «Alaska».
Gran Vía, 12
Hebe
El Hebe es Vallekas y Vallekas es el Hebe. Su decoración, ya desde el grafiti de la puerta, te transporta a épocas pasadas donde la diversión y la historia iban de la mano. Tres décadas como altavoz de la música rockera nacional en la capital le avalan como uno de los locales clave en Madrid. Molly, cantante del grupo de metal Hamlet, es un asiduo de este lugar, donde se solía dejar ver con su exnovia, la popular presentadora Pilar Rubio. Tienes –por supuesto— futbolines, bebidas servidas en vaso de mini o copa y hamburguesas, patatas, pinchos, bocadillos... Todo, hasta la hora del cierre. Un lujazo para los que quieren «recenar» a las 3 de la mañana.
Calle Tomás García, 5-7
Thunder Club
ThunderCat Club conserva el espíritu de su antecesor el RRR Bar. Bajo su difusa luz rojiza, bandas autóctonas tocan versiones de clásicos extranjeros. Los jueves suelen celebrar jam sessions. También hay conciertos en vivo y sesiones de tocadiscos los fines de semana. Es el local de los nostálgicos de los años 70 en adelante.
Calle Campoamor, 11
Penta
Pionero en establecer en España el concepto de bar de copas, combinación de bar tradicional y discoteca. Figuró como uno de los templos de la modernidad del momento. En sus instalaciones convivieron los miembros de Los Secretos, Burning, La Mode, Mamá, Ouka Lele, Almodóvar, Alaska, los Elegantes, Glutamato ye-ye... El Penta de hoy sigue siendo algo más que una estrofa en la canción «La chica de ayer», de Nacha Pop.
Calle de La Palma, 4
Sala Barco
Hasta la última letra de la sala Barco es una nota del pentagrama. Este local es un refugio perfecto para los amantes de la música en vivo. Habitualmente sirve de escaparate para Jam Sessions de la «Escuela de música creativa» y ofrece a diario conciertos de todos los estilos. En la planta de arriba hay un piano de media cola; y abajo, los fines de semana se despliegan las sesiones de los DJ.
Calle del Barco, 34