Los juguetes más peligrosos que no debes comprar esta Navidad

Muñeco peligroso

La Dirección General de Consumo inspeccionan diferentes tipos de productos y establecimientos en los que se comprueba la seguridad de los mismos y en las que, en función del tipo de sanción, se obliga a subsanar sus deficiencias o a ser retirados del mercado. En la lista de juguetes peligrosos, actualizada por la Comunidad de Madrid, constan diversos objetos que podrías encontrar durante estas fechas en tiendas, internet o venta ambulante que no debes comprar por su peligrosidad.

Entre ellos destacan juguetes como este muñeco, fabricado en China, cuya comercialización está prohibida por la facilidad con la que se desprenden sus piezas, pudiendo provocar la asfixia si los menores se introducen las partes más pequeñas en la boca.

Perros de peluche que se descosen

El problema de estos peluches, comercializados por la cadena Auchan, es que sus costuras no son lo suficientemente fuertes con el consiguiente riesgo de que los niños puedan ingerir el relleno. La empresa se ha comprometido a subsanar los defectos de esta partida. No obstante, si vas a comprarlo, comprueba antes que la referencia del modelo no es la indicada en la ficha del portal de Consumo de la Comunidad de Madrid.

Quad con riesgo de descarga eléctrica

Este juguete, fabricado en China, puede dar descargas eléctricas. Su problema es que los cables interiores no están lo suficientemente protegidos para que los niños no puedan acceder a su interior. Si lo ves en algún establecimiento, no lo compres.

Peluca inflamable

Esta peluca, cuya venta es muy común durante las fiestas navideñas en plena calle, no cumple con las exigencias de seguridad sobre inflamabilidad. Está fabricada en China y arde con facilidad pudiendo ocasionar graves quemaduras en la cabeza y la cara.

Correpasillos defectuoso

No todos los productos peligrosos están fabricados en China. En este caso la dirección general de Consumo de la Comunidad de Madrid ha prohibido la comercialización de este correpasillos fabricado en Alemania por la facilidad con la que se desprenden sus pegatinas decorativas. Los niños podrían llevárselas a la boca y sufrir riesgo de asfixia.

Perros de goma con riesgo de asfixia

Parecen juguetes inofensivos pero estos perros de goma que se iluminan no son lo suficientemente seguros para que los niños jueguen con ellos. La Comunidad de Madrid alerta que las pilas pueden quedar fácilmente accesibles y que los niños podrían tragárselas y asfixiarse. No los compres.

Patitos de goma peligrosos

Este tipo de juguetes, a la venta en muchísimos establecimientos de precio reducido, parecen todos iguales: amarillos y de plástico. Sin embargo, estos en concreto llevan un pequeño silbato –de los que al apretar el muñeco suenan– que podría desprenderse y asfixiar al niño si se lo lleva a la boca.

Móvil que produce quemaduras

Hay juguetes que ni siquiera especifican su marca o fabricante. Están completamente al margen de la normativa y son tan peligrosos como este móvil de juguete fabricado en China. Su mal funcionamiento conlleva que se recaliente pudiendo provocar quemaduras en partes tan sensibles como la cara o las manos de los más pequeños.

Anillos luminosos

Además de su reducido tamaño, algo que ya resulta peligroso para niños menores de tres años, la Comunidad de Madrid alerta que las pilas de estos anillos luminosos pueden quedar fácilmente accesibles y que los niños podrían tragárselas y asfixiarse.

Muñecas tóxicas

En ocasiones los juguetes pueden cumplir toda la normativa respecto a su morfología. Sin embargo, los riesgos no acaban ahí. Como en el caso de esta muñeca, los materiales con los que estén fabricados pueden resultar muy peligrosos. Este juguete, en concreto, contiene "ftalatos". Se trata de una sustancia que contamina el cuerpo humano de forma gradual, sin efectos inmediatos, pero que resulta nocivo para la salud a largo plazo. Antes de dejar que los niños se lleven un juguete a la boca asegúrate de que cumplen con la normativa y que no están en la lista de productos peligrosos de la dirección general de Consumo de la Comunidad de Madrid.