Gastronomía
Diez bares para tomar un aperitivo cien por cien castizo, en Madrid
ABC selecciona estas diez barras para disfrutar de la hora del vermú en la capital
ABC selecciona estas diez barras para disfrutar de la hora del vermú en la capital
1
Tapas castizas en el bar Morales El Atómico
Este es uno de los bares más atractivos a la hora de disfrutar de un buen aperitivo en la zona de Argüelles. Ambiente taurino en la decoración, incluida la cabeza disecada de un vitorino. Y en la gran barra, cervezas bien tiradas y un amplio surtido de tapas muy tradicionales entre las que la gran especialidad es la ensaladilla rusa: buena patata, mucho bonito desmigado, guisantes y mayonesa bien hecha. Tampoco hay que perderse los calamares, muy bien fritos, ni los boquerones en vinagre ni los callos. Nunca falta algo de marisco del día para quienes quieran darse un pequeño homenaje.
Meléndez Valdés, 58
2
El vermú esta de moda en la Taberna de Corps
Resurge el vermú a la hora del aperitivo. En Madrid nunca desapareció del todo gracias a sitios tradicionales que en tiempos de menor demanda de esta bebida mantuvieron los grifos para servirlo en la barra. Uno de ellos es esta taberna, a un paso del cuartel de Conde Duque, que como declaración de intenciones está presidida por un barril de vermú. Para acompañarlo, un buen surtido de raciones como boquerones, bacalao rebozado o habas con jamón, y especialmente canapés surtidos, entre ellos el de setas con gambas, el de hummus, o el de lacón con queso brie.
Plaza de la Guardia de Corps
3
Canapés con cerveza en La Dolores
Enfrente mismo de la iglesia del Cristo de Medinaceli, esta centenaria taberna castiza mantiene su tradicional y llamativa fachada de azulejos y su mostrador de mármol en el que se sirven bebidas y tapas. Su principal especialidad son los canapés, de los que se ofrece un surtido muy variado: de queso de cabrales con anchoa, de anchoa con tomate, de jamón de pato, de salmón ahumado, ... También están muy bien las gildas y los boquerones en vinagre. Todo acompañado por cañas o dobles de cerveza de barril bien tirada. Es frecuentado por turistas.
Plaza de Jesús, 13
4
Una ración de calamares en El Pescador
En la misma Puerta de Toledo, este bar tradicional lleva cerca de 70 años sirviendo algunos de los mejores calamares fritos de Madrid. Bien en el popular bocadillo, bien como ración. Las bravas son otra de las especialidades de esta casa, muy bien hechas y con una salsa cuya receta guardan como un secreto. La oferta se completa con otras tapas bien clásicas como boquerones fritos o en vinagre, croquetas o champiñones al ajillo. Y para beber, buena cerveza de barril. Como está cerca del Rastro, los domingos el local se llena y cuesta hacerse un sitio en la barra.
Calle Ronda de Toledo, 2
5
Oreja a la plancha en La Gloria
En el paseo de Extremadura, este pequeño bar familiar lleva más de medio siglo preparando la que probablemente es la mejor oreja a la plancha de Madrid. La cortan en trozos muy pequeños y la acompañan con una buena salsa brava, aunque para quienes no sean aficionados al picante ofrecen la alternativa de aliñarla únicamente con limón. Otras especialidades son las patatas bravas, los pinchos morunos o las croquetas caseras. Aunque nuestra recomendación es para el aperitivo, La Gloria es también un buen sitio para trasnochadores, ya que abre antes de las seis de la mañana.
Paseo de Extremadura, 147
6
Callos a la madrileña en Riaño
Es todo un clásico esta cervecería que ocupa el esquinazo de la calle de Cea Bermúdez con Andrés Mellado. Tras permanecer cerrada unos años por obras de reforma en el edificio en que se ubica volvió con fuerza como una referencia a la hora del aperitivo. Tapas y raciones muy tradicionales que van desde las patatas bravas o en alioli hasta la ensaladilla rusa, unos torreznos bien fritos o cazuelitas de callos a la madrileña o de albóndigas caseras. También algunas frituras: berenjenas, boquerones, bacalao, calamares o cazón en adobo. Y para beber, cerveza de grifo.
Calle Andrés Mellado, 73
7
Sabores de Madrid en La Emualda
Sigue creciendo la oferta de tapeo en la zona de Retiro, en los alrededores de Menéndez Pelayo. Una de las últimas incorporaciones es esta taberna de aspecto moderno pero con una oferta muy clásica, basada en el recetario y en el producto madrileño. Cazuelas de caracoles, de rabo de toro, de callos, de albóndigas o de pollo en pepitoria, croquetas (unas de ellas de cocido), patatas bravas, calamares fritos, soldaditos de Pavía... Y producto madrileño como morcilla de la Sierra, cecina de Colmenar o queso de La Cabezuela. Para beber, cerveza Mahou de grifo o vermut.
Calle Menorca, 4
8
Croquetas de jamón en Treze
Tras unos años con un pequeño restaurante a espaldas de la plaza de España, Saúl Sanz, un cocinero joven y con futuro, se ha trasladado al barrio de Salamanca. A la esperar de abrir el comedor formal en la planta superior, de momento tiene ya en marcha una barra de picoteo rodeada de mesitas altas. En una pizarra se muestra la oferta de tapas y raciones y los vinos que se sirven por copas. Cosas sencillas pero bien elaboradas como las patatas bravas, la ensaladilla, la morcilla de Burgos, la tabla de embutidos de Rovira, las croquetas de jamón...
Calle General Pardiñas, 36
9
Buen surtido en La Máquina de Chamberí
En el local que durante años ocupó Alborán se encuentra ahora este bar restaurante del grupo La Máquina, que cuenta con una amplísima barra muy bien surtida para el aperitivo. En unas pizarras situadas en la pared se puede ver la oferta del día, que siempre incluye algo de marisco, desde gambas blancas de Huelva o rojas de Denia hasta unas ostras. Entre sus especialidades diversos pinchos como el de tortilla, la bomba de huevo o las gildas. Además, frituras de pescado, callos a la asturiana, muy buena ensaladilla rusa, chipirones a la plancha, croquetas...
Calle Ponzano, 39
10
Una de caracoles en Casa Amadeo
Abierta en 1942, esta castiza taberna enclavada en el corazón del Rastro es uno de los mejores sitios de Madrid para disfrutar de los caracoles en salsa picante. Estos se mantienen calientes en una gran olla de la que se sirven directamente a los clientes. Pero a la hora del aperitivo hay muchas más opciones, en su mayor parte raciones de casquería: zarajos, torreznos, oreja de cerdo adobada, callos, morcilla... Para beber, cerveza de grifo. Los domingos, días de Rastro, resulta muy complicado acceder al local por la gran afluencia de público, por lo que es preferible ir cualquier otro día de la semana.
Plaza de Cascorro, 18