el verano de madrid

El lado gamberro de Sergi Arola

El chef catalán muestra su lado más cercano y natural con una pollería gourmet en el barrio de Chueca

El lado gamberro de Sergi Arola FOTOGRAFÍA: Belén Díaz/ Vídeo: Sonia Sánchez

sonia sánchez

No puede evitarlo, el chef Sergi Arola es un rebelde incondicional. Recorre las calles de Madrid subido a lomos de una Harley y lleva grabado a fuego el rock and roll en su piel, una pasión que marca gran parte de su ser y a la que da rienda suelta junto a su grupo de música, en el que toca junto a su hermano. Inconformista por naturaleza, ahora el barcelonés vuelve a sorprender con su cocina moderna en un singular local en el barrio de Chueca, una pollería gourmet en la que se respira rock en estado puro y donde muestra su lado más divertido y gamberro.

Su astronómica carrera, fruto del trabajo de 35 años , y que tiene un merecido puesto de dos estrellas en el firmamento gastronómico, hace de sustento para los cimientos de este proyecto que viene firmado con el sello de calidad de la cocina Arola y en el que muestra su lado más cercano, «tengo la bendita suerte de que todo mi ego lo invertí en mi restaurante de la calle Zurbano, el resto de cosas que hago intento que sean lo más normal y asequibles posibles».

En el Pollo Gamberro vemos la gran capacidad polivalente del chef, «los cocineros debemos demostrar que somos buenos profesionales cocinando por 200 euros o cocinando menús de 8 o 10 euros». Es un espacio transgresor, con una cocina de producción natural apta para todos los bolsillos, «es un sitio donde relajarse con los amigos, la pareja o la familia y pasar un buen rato».

Se trata de una iniciativa a la que ha dado vida junto a sus dos grandes socios, Sara y Josep María Fort, y que trata de recoger el sentimiento de su generación, dotando de un valor añadido a estos locales tan arraigados a nuestra tradición gastronómica.

El concepto nos resulta muy familiar pero viene con un valor añadido, el cuidado y dedicación con el que elabora todos sus platos Arola, con una materia prima de primera calidad que se traduce en platos de cuidada presentación. Los pollos, criados en una granja de Palencia, se cocinan en un original horno de carbón ecológico con forma de gallinero y se sirven enteros, por mitades o cuartos acompañados de sabrosas guarniciones, como las patatas panadera o el tomate asado a la provenzal.

Y para los que prefieran la opción más verde, la carta ofrece diez ensaladas al peso . Sabrosas combinaciones que pueden degustarse bien en el local o en casa, ya que pueden servirse para llevar o a domicilio. Arola, además, ha querido darle un toque «eco» respetando la esencia de las pollerías, por ello, parte de la vajilla es desechable y está elaborada con materiales reciclados.

Rock y perritos calientes

Además, en la parte baja del local, el chef reserva una sorpresa, Let´s Dog , una pintoresca cueva con un bar al más puro estilo rockero. Un espacio donde disfrutar cócteles y «hot dogs customizables» con diferentes salsas y música en directo. Si tienes suerte puede que te encuentres una de las noches también al propio Sergi Arola mostrando, junto a su grupo de rock, su talento también en el arte de la música.

El lado gamberro de Sergi Arola

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