Copas en el cielo de Chueca
El Mercado de San Antón vive su época dorada todos los veranos con una variada y exclusiva oferta gastronómica
El Mercado de San Antón , tan popular que aparece en la segunda parte de la brillante obra de Galdós «Fortunata y Jacinta», es mucho más que un mercado. Cada una de las tres plantas del espacio situado en una de las zonas más ambientadas de la capital española, en el barrio de Chueca, ofrece un sinfín de posibilidades para los amantes de la gastronomía. La estrella del lugar es la terraza , desde donde se puede observar desde el atardecer hasta el anochecer, mientras degustas un apetecible cóctel.
Un supermercado espera con las puertas abiertas, a pie de calle, a todos los madrileños que deseen tener productos de primerísima calidad en su nevera. La zona de restauración, ubicada en el primer piso, logra sucumbir con sus encantos gourmet a todos los asistentes , que son incapaces de pasar de largo sin antes darse una vuelta por la multitud de puestos distribuidos por toda la planta.
En este famoso mercado de abastos se puede tanto degustar como llevarse a casa casi cualquier cosa que se tenga en mente. Un puesto con las mejores frutas y verduras de temporada del país es el encargado de dar la bienvenida a los clientes. La Pescadería de San Antón, la Casa del bacalao, la panadería «Viena la Baguette», Aves y caza Alian, la charcutería Octavio o la carnicería Lalo son otros de los puntos en los que todo el que pasa es incapaz de resistirse y no detenerse.
La última apertura, la oleoteca Murua, ofrece una cuidada selección de algunos de los mejores aceites que se pueden encontrar en Madrid, de nuevo, tanto para degustarlos en el momento como para llevar el carro de la compra lleno. Excelentes aceites, premiados y traídos directamente desde los olivares de Jaén, con originales envases, y a buen precio.
La segunda planta cuenta, entre otros muchos gastrobares, con una amplia vinoteca, un tienda de sushi , un puesto de comida griega, un italiano, una ostrería y, para los que no se resisten al dulce, un puesto de batidos y una pastelería con «muffins», «cupcakes» y porciones de tentadoras tartas.
La terraza, la protagonista
Pero el punto fuerte está en la última planta . Durante todo el verano el espacio al aire libre ha estado diseñado por Decolab y Búcaro, con una fachada donde miles de mariposas enredadas y coloridas revolotean junto a sombreros de paja. Con vistas al cielo de Madrid y a las calles del céntrico barrio de Chueca, dispone, además, de otros 300 metros cuadrados en el interior , con una ambientación diferente, cuidada al detalle.
La carta ofrece principalmente una «cocina de mercado», siempre productos frescos y naturales propios de temporada. Tratan de utilizar siempre la cocina tradicional española, con alguna pincelada internacional, dando así un toque original y exclusivo. Pero lo que más éxito ha tenido, y el protagonista sin lugar a duda de todo el mercado es la coctelería . Un agradable ambiente que ameniza el lugar y unas inigualables vistas ayudan a que esto sea así.
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