El primer 5 estrellas de la Gran Vía

No, no se equivoquen por su nombre, éste no es un hotel efímero, ni tiene nada que ver con la retahíla de esos «Thes» provisionales: (the Patio, the appartment o the table) que de un tiempo a esta parte, aparecen por la capital y causan furor en todas las áreas del ocio. Este hotel se llama «The Principal» y es hijo del empresario Pau Guardans y tiene dos hermanos, uno en Barcelona —el Grand Hotel Central (seguro que habrán visto fotos de su piscina)— y otro en el barrio de Salamanca, el Único Hotel, célebre por ser una de las sedes de estrellas Michelin capitaneadas por el chef Ramón Freixa.

La filosofía de Guardans, es alojar hoteles especiales en edificios singulares y muy urbanos. En este caso es un espacio que abarca 5 plantas, un ático donde se han instalado la recepción y las zonas comunes y una terraza con solárium que envidiaría cualquier «gato» que se precie de serlo. Ocupa una parte desgajada del centenario club La Gran Peña, el de más solera de Madrid y se ha convertido en el primer hotel boutique de 5 estrellas de la Gran Via.

Su remodelación ha corrido a cargo de Pilar García Nieto y del estudio barcelonés Luzio que han logrado darle un ambiente neoyorquino y tranquilo como de club de jazz, sin desentonar a su vez de lo que significa vivir en este edificio de 1917 y convivir con la Minerva del Círculo de Bellas Artes , con el águila alada del edificio Metrópoli o que la ventana de tu habitación enmarque nada menos que la cúpula de la Iglesia de San José. La idea también era que el cliente desembarque así, de sopetón, en lo que a todos los madrileños nos encanta, que es movernos con desenvoltura en las alturas de las azoteas.

Son 76 habitaciones y suites, un servicio de restaurante dirigido por Ramón Freixa en lo que a él le gusta definir, como su carta «pret a por tea» para las tardes, que se sirve simultaneando con un «non stop» de tapas y raciones durante 24 horas y coctelería especial.

Los espacios comunes son polifuncionales y desde la terraza cubierta acondicionada, el restaurante, el salón o su solárium, con una lámina de agua tienen las mejores vistas sobre una de las calles más arquitectónicas de Madrid. Cuentan también con los servicios de una wellness suite con sauna y con tratamientos de pareja o individuales, todos ellos abiertos no sólo a clientes sino también al público en general.

Por su parte en las habitaciones y en todo el hotel, los clientes disponen de los más sofisticados detalles tecnológicos , como audio bluetooth en todos los espacios, televisores de 40 pulgadas con más de 100 canales internacionales, set de seis almohadas, cosméticos de «Gilchrist&Soames», listas de Spotify y las habitaciones y la «app» Madrid Insider del hotel, donde te soplan los secretos más exclusivos donde disfrutar desde un concierto privado hasta una sesión de yoga.