Tres chefs bajo las cuatro torres de Madrid
Abre en sus puertas un espacio gastronómico a los pies de los «gigantes» de la Castellana
Su ubicación es inmejorable, nada menos que la plaza de las Cuatro Torres de Madrid. Los chefs responsables del menú son de lo mejorcito del panorama mundial, Ximo Sáez, Carlos Medina y Paco Torreblanca. El producto que se sirve a la mesa también es de primera calidad. Y el servicio, tan innovador como eficiente. ¿Qué podía fallar ayer en el lanzamiento del restaurante Welow & Befour Club? Prácticamente nada. «Yo soy muy cauto con estas cosas», dice el experto arrocero Ximo Sáez. «Con la base tan buena de la que partimos, el éxito está garantizado al 95 por ciento. Pero una vez que pase la sorpresa inicial tendremos que trabajar día a día para que los clientes estén deseando volver cuanto antes. Creo, sin embargo, que en cuanto vean nuestros platos todos van a quedar prendados».
Anoche acudieron a la inauguración numerosos personajes de la cultura, el deporte y el entretenimiento como Ivonne Reyes, Víctor Ullate, Óscar Higares o Jesús Carballo, que visitaron los dos espacios del establecimiento: el Welow Restaurant, pensado para almuerzos y cenas formales o distinguidas, y el Befour Club, un concepto de restaurante «healthy» para tomar el desayuno, un brunch o una copa de afterwork.
Diversión garantizada
La directriz principal a seguir es, según Sáez, «dar la prioridad al producto, pero dejando espacio para la diversión, de manera que el comensal interactúe y se emocione». Su colega Carlos Medina, ahora más famoso que nunca por su participación en el programa televisivo Top Chef, está completamente de acuerdo.
«Yo vengo a divertirme, lo demás ya viene solo –asegura–. Esa es la premisa: divertirnos nosotros al buscar cosas completamente originales y diferentes, y divertir al cliente. Sin pasarnos con las extravagancias ni ser demasiado estrambóticos, pero sí añadiendo algunos elementos para que la gente diga por ahí que en Welow, además de comer bien, te lo pasas genial». Para lograr sus objetivos, dice Medina, «tendremos que trabajar como auténticos esclavos como cualquier cocinero, pero lo vamos a petar seguro».
Anoche prepararon un menú con elegantes platos como las vieiras infusionadas con hielo seco en caldo de algas o la naranja congelada rellena de ceviche, «dos ejemplos de lo que puede surgir de la unión de estas tres cabezas pensantes», explica Medina. El final de la cena también es otra experiencia culinaria de primer nivel, ya que los postres están elaborados por el veterano repostero Paco Torreblanca. Anoche, una de sus sorpresas fueron los platos convertidos en cócteles.
«Intentamos que el producto que manejamos –explica el maestro– sea algo conocido por el cliente, que no sea excesivamente impactante. Y estos cócteles son la manera ideal de hacer que el comensal empiece a acostumbrarse a nuestra carta».
Los tres coinciden en que es «un lujo cocinar en una ubicación tan ideal» (es la primera concesión de la concejalía de Madrid para poder poner en marcha un restaurante en la plaza de las Cuatro Torres). «El sitio es la guinda perfecta», dice Sáez. «Un lugar emblemático, que se ve desde cualquier punto de la ciudad».
