Platea Madrid

Un «Smoking Club» en el gallinero del viejo cine Carlos III de Madrid

La antigua sala de proyecciones ha estrenado esta semana sus dos últimas novedades: un exclusivo club privado de fumadores y «El Palco», su coctelería más selecta

Un «Smoking Club» en el gallinero del viejo cine Carlos III de Madrid ÓSCAR DEL POZO

ADRIÁN DELGADO

Se acabó el furtivo cigarrillo en la puerta del bar. Al menos, en Platea Madrid . El exclusivo espacio que alberga el antiguo cine Carlos III de la capital ha estrenado esta semana su secreto mejor guardado: el «Smoking Club». Un área privada de este templo de los sentidos donde disfrutar de la intimidad y la elegancia de este ambiente sin la sensación de estar haciendo «algo ilegal» al fumar, por ejemplo, un puro. Así lo definen los creadores de este espacio que se suma a la ya de por si completa oferta gastronómica, musical y de ocio de Platea Madrid .

El sistema para acceder a este «paraíso» –como lo definieron ayer los primeros privilegiados en probarlo–, está alejado de la burocracia de los antiguos clubes privados y de las cuotas mensuales. Para ser socio al instante solo hace falta pagar un precio simbólico -aún está por determinar- y registrarse con la huella dactilar. Ni carnés ni acreditaciones. «Subes con tu copa, pones tu huella en el lector de la puerta y se abre el Smoking Club», dicen sus responsables.

Pero este no fue el único estreno. Este «Smoking Club» es el complemento de «El Palco», la nueva coctelería que ha abierto oficialmente sus puertas en una gran inauguración conjunta. Ubicado en el segundo anfiteatro y con vistas privilegiadas al escenario, es un lugar donde «relajarse y desinhibirse», cuentan desde Platea. Quizás con un «Mestizo» a modo de aperitivo; tal vez con un «Elegance Manhattan» para hacer la digestión o, por qué no, con una «Exoticolada» a modo de «afterwork».

Anastasio y Cabrera

Todo bajo el asesoramiento de dos de los cocteleros más relevantes del ámbito internacional: Luca Anastasio y Diego Cabrera . El primero, un italiano de 33 años afincado en Madrid, ha pasado por locales tan selectos como el Glass Bar del Hotel Urban, el Ferrum Bar del Hotel Hilton o los Dry Martini de Madrid y Barcelona; el segundo lleva más de 15 años dedicados en cuerpo y alma a la cocterlería creativa, ha trabajado para el hotel Ritz de Barcelona y abrió con Sergi Arola Gastro Madrid en 2009. Entre ambos se nota esa sana rivalidad, fiel reflejo de la calidad de sus creaciones.

«El Palco es un espacio para los amantes de la vida donde hay un cóctel para cada momento acompañado de sabores y sensaciones muy especiales, incluso para los que no prueban ni gota de alcohol», aseguran. «Scottish Mermelade, Fresh Ginger, Sherry Mint Julepe o el Especial Gin Tonic Platea. Las posibilidades son infinitas», apuntan.

Para los responsables de Platea, el «Smoking Club» es el último aliciente de un espacio «total» que permite desayunar con las creaciones del chef-pastelero Alejandro Montes; tapear con las degustaciones de Pepe Solla, Marcos Morán y Paco Roncero; probar la comida japonesa de Rafael Sánchez; la peruana de Kiko Zeballos; la mexicana de Álex de la Fuente; la italiana de Ranieri Casalini Fortino... O, ya puestos, hacer la compra o disfrutar de las delicias del restaurante del chef Ramón Freixa.

Un lugar exclusivo en el que en sus distintos locales se puede tomar una copa de vino o cerveza entre 2,50 y 3 euros; un cóctel desde 9 euros, tapeos a 20 euros incluyendo bebida y un banquete de lujo por 40 euros. Más de 5.800 metros que ocupaban el antiguo cine Carlos III que ahora se llenan de alta gastronomía, música, espectáculos, cócteles y, para el que quiera, desde ayer, también humo.

Un «Smoking Club» en el gallinero del viejo cine Carlos III de Madrid

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