sucesos
El asesino de Eva Blanco durmió en el viaje a España y se echó la siesta en los calabozos
Devoró el almuerzo y se negó a contestar a la juez. Se mantuvo entero, aunque preocupado. Los resultados de la prueba de ADN estarán listos a mediados de la próxima semana
Prisión provisional comunicada y sin fianza. Así lo acordó ayer la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz para Ahmeh Chelh Gerj , de 52 años, detenido en Francia hace diez días por la Guardia Civil y por la Gendarmería francesa, como presunto autor de la muerte de la menor Eva Blanco ocurrida hace 18 años en Algete (Madrid).
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La juez le imputó los delitos de asesinato, agresión sexual y detención ilega l. El acusado, que se negó a declarar, aceptó que le tomaran muestras de ADN , que serán cotejadas ahora con las encontradas en la ropa interior de la víctima después del crimen, perpetrado la madrugada del 20 de abril de 1997. Precisamente esos restos biológicos –semen– condujeron a su detención en la localidad francesa de Pierrefontaine Les Varans el 1 de octubre, tras someterse a esa prueba su hermano pequeño , cuyo perfil genético resultó ser casi idéntico al recogido por la Guardia Civil.
Vestido íntegramente de negro
Se trata de la pieza clave del caso y se prevé que los resultados de los análisis estén listos a mediados de la próxima semana, según ha podido saber ABC. El sospechoso, tras permanecer más de dos horas y media en sede judicial, fue trasladado hasta la prisión madrileña de Soto del Real. Vestido de negro de arriba abajo –como el secreto que supuestamente esconde –, con canas, barba y gafas, en su cuello era visible una pequeña herida en el cuello fruto de la tentativa de suicidio que realizó la víspera de la vista sobre su extradición en el Tribunal de Besançon.
Fue insultado por más de medio centenar de personas que le recibieron y le despidieron al grito de «¡asesino!». Ahmed no bajó la cabeza en ningún momento y se mostró, tanto en las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos como en sede judicial, entero, aunque preocupado. No es para menos.
Aunque no quiso responder a las preguntas de la juez , asesorado por su abogado del turno de oficio, si reiteró de forma espontánea ante los agentes –que a lo largo de casi dos décadas no han abandonado el caso–, la insólita versión que ofreció ante fiscal galo el miércoles pasado, donde expresó su deseo de cumplir la pena en Francia, ya que ahí residen su mujer, su ex y sus cinco hijos.
Según su relato, estuvo con la menor la noche del crimen porque dos individuos le obligaron a masturbarse y a eyacular encima de ella, en un intento de justificar los restos de semen hallados en sus braguitas.
Su viaje a España, país que abandonó hace dieciséis años, acuciado por la presión ante las pruebas masivas de ADN a las que se ofrecieron voluntariamente numerosos vecinos de Algete, comenzó temprano. Tras la entrega de las autoridades francesas a los agentes encargados de la investigación en Besançon (9.50 horas), subió al avión del Instituto Armado en donde ellos se habían desplazado, para regresar a España (10.20 horas).
Aterrizó a las 13.14 horas en la base aérea de Torrejón y fue conducido hasta la Comandancia, donde le hicieron la ficha policial y almorzó: barritas energéticas, galletas, leche condensada, zumo y agua que devoró por completo , según fuentes de la investigación. A continuación, se echó la siesta en los calabozos, al igual que hizo durante el viaje, en el que se pasó la mayor parte del tiempo durmiendo.
A las 16.45 horas fue puesto a disposición de la titular del Juzgado número 4 de Torrejón, que instruye la causa, en cumplimiento de la Orden Europea de Detención , de donde salió al filo de las 19.30 horas para ser conducido hasta la prisión de Soto del Real. Todo su periplo estuvo rodeado de un despliegue policial sin precedentes en el que no faltó el GRS (Grupos de Reserva y Seguridad) de la Benemérita.
A partir de ahora, la juez actualizará la instrucción, llamará a declarar a testigos (algunos de ellos nuevos) y levantará el secreto de sumario. La vida de Ahmed ha dado un vuelco inesperado para él.
