Spleen (del Ayuntamiento) de Madrid

El día del segundo pleno ordinario de la era carmenita la puerta estaba como una patena. Dentro cundía el aburrimiento

Spleen (del Ayuntamiento) de Madrid isabel permuy

por rosa belmonte

Manuela Carmena tiene la intención de limpiar Madrid (y dar ceniceros). De momento, los mugrosos que tenía acampados en la puerta del Ayuntamiento ya no están. Ni los de un signo ni los de otro. El día del segundo pleno ordinario de la era carmenita la puerta estaba como una patena. Dentro cundía el aburrimiento. Spleen, ennui, normalidad. Tendrían que pasar horas hasta llegar al punto 50 y que Esperanza Aguirre aprovechara la comparecencia pedida por el Grupo Socialista para poner a caldo al PSOE por no haber querido aceptar la alcaldía (la comparecencia era para que Carmena valorara sus primeros 100 días).

Pero es que antes, los socialistas también criticaban el gobierno de Ahora Madrid. El punto 29 era uno de esos aparentemente de trámite: «Propuesta del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano Sostenible para aprobar definitivamente, una vez transcurrido el plazo de información publica sin que se hayan formulado alegaciones, el Estudio de Detalle para la finca sita en la avenida de Burgos, numero 5, promovido por Promociones y Construcciones PYC Pryconsa, S. A. Distrito de Chamartin».

Es la operación inmobiliaria que afecta a los Estudios Buñuel (el suelo deja de ser industrial para ser residencial). «Ustedes dijeron que querían asaltar los cielos pero parece que lo querían para venderlo por parcelas», dijo la jadeante y vehemente Mercedes González , concejal socialista. Mientras, Antonio Miguel Carmona, que se ha dejado las greñas crecer, tecleaba en su móvil con el pulgar, la actividad que ahora desarrolla en el pleno.

José Luis Moreno , que es un concejal del PP, citó a Milton Friedman a la hora de hablar de impuestos (ha regalado un libro del economista ultraliberal a la alcaldesa). A Carlos Sánchez Mato , concejal de Hacienda, amante de los impuestos y Agamenón con traje (igualico, igualico que el difunto de su agüelico), le salió la vena Dorothy Parker . «Me encanta Milton Friedman para coger sus libros y hacer algo que no explicaré». Creo que ese algo era más escatológico que lo de Parker («Este libro no hay que tomarlo a la ligera, hay que lanzarlo lo más lejos posible»).

A vueltas con el IBI

La oposición lo forzó a rebajar un 2% el IBI a grandes superficies comerciales y otros inmuebles, cuando él quería subirlo un 10%. «¿Tengo yo algo en contra de Zara? Pues que no me vale nada de lo que me pruebo allí?». Más: «En el siglo XXI la clase trabajadora sigue siendo explotada por la clase dominante… Por eso usamos la política fiscal». Y Carmena: «Carlos, se te ha acabado el tiempo» . Pero si está en el siglo XX, todavía le queda un trecho para llegar al XXI. Con todo, lo peor fue decir «preveemos». Dos veces.

José Luis Moreno citó también a Bertolt Brecht : «Primero elevaron el IBI a los comercios, pero a mí no me importó porque yo no tenía un comercio …». Y siguió con la retahíla. Cuando acabó, Esperanza Aguirre se volvió a aplaudirle.

Carmena, que llevaba perlas como Carmen Polo, parece más centrada en la rutina de dar la palabra , aunque se equivocó alguna vez. Estaba ya en el estrado Beatriz María Elorriaga , del PP, cuando preguntó a Puri Causapié : «¿Tienes que hablar?». Y se tuvo que volver a su sitio. Carmena le pidió mil disculpas. Otra vez había dado la palabra a Zapata, pero se dio cuenta de su error. «Ay, perdón, que me he dejado al PP».

Las mujeres socialistas son como un témpano. Al menos están heladas. Carlota Merchán : «Iba a intervenir desde mi sitio pero quería comprobar que los síntomas de congelación no eran reales». En su segunda intervención, Carmena se interesó: «¿Tenía frío antes, que decía que estaba helada?». Y ella: «Que no me corra… el tiempo» (que no se lo gaste Carmena preguntándole). Pero es que otra socialista, mientras intervenía desde su asiento, suelta de pronto: «Ay, que se me cae la manta». Como si fuera en calesa.

En Mujeres frente al amor, Joan Crawford mantenía el plató seis grados por debajo de la temperatura normal y tenía congeladas a Diane Baker y Suzy Parker, que averiguaron que tanto frío era para mantener sólido el maquillaje en la cara de Crawford. Hombre, por fin algo de lo que no se puede acusar a Carmena .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación