Cuando la plaza de las Ventas era una huerta
La capital siempre ha estado cerca del mundo taurino. ABC hace un repaso por algunos de los ruedos más famosos
Muy cerca de la calle de Bravo Murillo había una plaza de toros, la de Tetuán de las Victorias , en la que dicen que Manolete se estrenó como novillero. Y en Goya, donde hoy se levanta el Palacio de los Deportes, hubo otra, que destacaba según cuentan por su gran belleza. Y en la actual de Las Ventas, la más importante del mundo, durante la Guerra Civil el albero se transformó en huerta , donde se plantaban patatas y hortalizas varias. Cosas de la necesidad.
Madrid ha tenido siempre mucho apego por el mundo del toro, como lo prueban las varias plazas con las que ha contado. De algunas ya apenas queda el recuerdo; es el caso de la de Tetuán de las Victorias, situada en su día junto a la calle de Bravo Murillo. Aún queda una placa que la recuerda , pero ni rastro de lo que fue.
Y eso que, según algunos estudiosos del tema, allí tomó la alternativa como novillero el 1 de mayo de 1935 nada menos que Manolete, con los mexicanos Liborio Ruiz y Silverio Pérez y el español Bonifacio Fresnillo, y novillos de Esteban Hernández.
Manolete siempre ha estado muy vinculado a las plazas madrileñas: la alternativa la tomó en la Maestranza de Sevilla , pero la confirmación la hizo en Las Ventas, el 12 de octubre de 1939, de la mano de Marcial Lalanda. Iba de celeste y oro. También en Las Ventas, el 6 de julio de 1944, realizó su mejor faena, según los entendidos, con el toro «Ratón».
Este coso comenzó a construirse en 1870, entre alguna que otra protesta vecinal, que clamaba por más policía y menos «circo». Contaba con muros de ladrillo y ventanas con arcos mudéjares. A lo largo de su vida útil, sufrió varias reformas, instalándose sucesivamente tendidos de madera y otros de ladrillo y cemento, y se la dotó de una enfermería.
De boxeo a polvorín
Durante varias décadas, la plaza de Tetuán de las Victorias fue ganando en popularidad, y sus éxitos taurinos la hacían aparecer con frecuencia en los periódicos de la época. También tenía ese carácter versátil que ahora está tan de moda: en su interior igualmente se celebraban charlotadas , y espectáculos de flamenco o boxeo.
Durante la Guerra Civil, los toros dejaron paso a otras actividades : la plaza fue requisada, y se utilizó como almacén de objetos incautados primero, y como polvorín después. Una explosión en 1936 acabó con ella, según recogen Díez de Baldeón y López Marsa. Una placa, colocada en junio de 1988 por el Ayuntamiento, recuerda el lugar en que estuvo ubicada esta plaza.
En el otro extremo de la ciudad, también durante buena parte del siglo pasado, ocupó su lugar la plaza de toros de Vista Alegre . Comenzó a construirse en 1906, por impulso de su propietario, Francisco Romero, y la estrenaron dos años después en una corrida de la Prensa los diestros Bombita Chico, Machaquito y el mexicano Rodolfo Gaona.
Tuvo que ser reconstruida tras la Guerra Civil , porque resultó seriamente dañada en la contienda, pero cuando se hizo, no recuperó algunas de sus partes, por lo que desde entonces comenzó a conocérsela como «La Chata». La adquirió la familia taurina Dominguín . Fue derruida en 1995 y sustituida por una moderna y cubierta.
Algo anterior en el tiempo fue la plaza de toros de Goya, situada sobre la actual plaza de Felipe II y el Palacio de Deportes. Decían en su día que era la más bonita del mundo . Comenzó a construirse en 1873, y era de estilo neomudéjar , diseñada por los arquitectos Emilio Rodríguez Ayuso y Lorenzo Álvarez Capra. Fue clausurada posteriormente, y algunos restos de sus arcos aparecieron durante la construcción de la plaza de Dalí.
La actual plaza de toros de Las Ventas, inaugurada en 1934, es un referente mundial en el mundo de la tauromaquia . Durante casi tres años, en plena Guerra Civil, la arena de su coso fue utilizada como improvisada huerta.
Sólo cuando volvió la paz regresaron los toros –previa retirada de patatas, lechugas, habas, tomates y otros productos–, en una corrida en la que intervino, entre otros, e l mítico Marcial Lalanda .
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