festividad de la virgen de la paloma
La «patrona» que todos quieren
Cristina Cifuentes y la alcaldesa en funciones de Madrid acompañaron a cientos de madrileños que se congregaron en la iglesia homónima para rezar a la Virgen de La Paloma
Un año más, como es tradición desde 1923 , el lienzo de la Virgen de La Paloma fue descolgado del altar de la iglesia homónima por el Cuerpo de Bomberos de Madrid; situada en el barrio de La Latina y que estos días celebra sus fiestas en honor a la patrona popular de la capital. Pasado el mediodía, cientos de devotos de La Soledad se congregaron en el templo para seguir una misa, oficiada por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro , que representa el culmen del festejo en su día grande.
Al acto acudieron además la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes ; el consejero regional de Transportes, Infraestructuras y Vivienda, Pedro Rollán ; la alcaldesa en funciones, Marta Higueras ; el portavoz de Salud, Emergencias y Seguridad del Ayuntamiento, Javier Barbero ; y los portavoces de los diferentes grupos municipales, Í ñigo Henríquez de Luna (portavoz adjunto), Begoña Villacís y Purificación Causapié . No estuvo, por encontrarse de vacaciones, la regidora electa Manuela Carmena .
La ceremonia, en efecto, se caracterizó por reunir a todos los signos políticos; muestra de cordura y mesura en todos los frentes. El edil de Salud, Seguridad y Emergencias, cuya visita era en parte obligatoria por tratarse de un acto de los bomberos, pero igualmente es destacable que, católico reconocido, fuera uno de los más participativos en la misa. Por otro lado, llamó la atención la soledad de Antonio Miguel Carmona , que se sentó apartado y que llegó con la ceremonia ya empezada.
En la clásica ofrenda floral a La Soledad, previa a la homilía, las diferentes personalidades políticas expresaron sus deseos a la patrona. Cifuentes, que destacó el «difícil año» que han pasado los bomberos, pidió «trabajo» para todos los madrileños , un ruego que, según la presidenta de la Comunidad, «es el de todos». En la misma línea se manifestó Barbero, que hizo un paralelismo con el reciente derrumbamiento de un edificio en Carabanchel; «suben a pedirle a la Virgen que esté con ellos en esos momentos» , dijo.
En otro término, la portavoz socialista, Causapié, declaró que la festividad «es un buen día para hacer un encuentro entre todos y trabajar por aquellas cuestiones que nos importan como acabar con el desempleo, la pobreza, los desahucios, mejorar nuestras instituciones o combatir la corrupción». Su homóloga en Ciudadanos, Villacís, hizo un llamamiento a preservar esta fiesta patronal cuya asistencia ha sido para ella «una prioridad». «De aquí es de donde venimos y eso no lo podemos olvidar nunca» , añadió.
Un brindis por La Paloma
Después de la misa, en un registro más desenfadado y alejado del protocolo, varios de los concejales del Ayuntamiento de Madrid hicieron acto de presencia en el bar Los Caracoles , próximo a la iglesia, en una visita que secunda la tradición de los exalcaldes José María Álvarez del Manzano, Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella. Begoña Villacís, Javier Barbero e Íñigo Henríquez de Luna brindaron por Madrid e intercambiaron pareceres, en un clima de absoluta cordialidad, entre cañas y una tapita de caracoles. Un aperitivo castizo que compartieron con las decenas de madrileños que abarrotaban el local, sorprendidos por la visita con cámara en mano.
«Se sienten muchas cosas»
Entre vítores a la Virgen y al cuerpo de bomberos, el acto alcanzó su momento más emotivo en la bajada del cuadro por uno de sus integrantes, símbolo de gratitud hacia su patrona . Con sumo cuidado, repetición del origen de la tradición como cada 15 de agosto, cuando el lienzo se descolgó por primera vez, el bombero Pedro Pablo Zamora bajó a La Virgen de La Paloma en una atmósfera de devoción que, con aplausos, se contagió de puertas para afuera , donde los fieles se agolpaban en la puerta para avistar la ofrenda.
Con más de veinte años años de experiencia en el cuerpo, Pablo confesó la «emoción» del momento, en el que, asegura, «se sienten muchas cosas y se piensa en muchos temas personales» . Sus palabras representan el sentir generalizado de todos sus compañeros y de un barrio que, después de besar el cuadro esta mañana, aguarda a la tradicional procesión del lienzo, que será esta tarde a las 20.00 horas.
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