Aparece violada la paciente que se fugó de la clínica López Ibor
La joven, que sufre un grave trastorno, estuvo desaparecida cuatro días. Hoy reingresará
Angie Tatiana Alonso Prieto, paciente que escapó de la Clínica López Ibor y que sufre un «trastorno de personalidad muy grave» desde los 13 años, apareció finalmente el pasado lunes 27 a las 13 horas, después de no dar señales de vida durante cuatro días. Blanca Alonso, su madre, narra, en exclusiva a ABC, aquel emocionante reencuentro: «Llamó al telefonillo y una voz familiar me espetó: “¡Mami!”. Bajé de inmediato». Ante su sorpresa, su «pequeña» estaba de vuelta.
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Sin embargo, el aspecto de su hija cubrió de amargura su felicidad: «Su estado era deplorable, estaba destrozada. ¡Qué ojos! ¡Qué mirada!», rememora. «Llegó tiritando y vomitando. Salvó la vida gracias a un ángel que se compadeció de ella y le permitió subirse a su taxi hasta llegar aquí», cuenta, todavía desconcertada ante los últimos acontecimientos.
«Apareció en estado de shock. La psicóloga se quedó asustada»
Los varios días que llevaba sin comer hicieron que cuando probó bocado «comió como los animales. Nunca he visto algo así en mi vida», desvela. «Estaba en shock, en estado total de confusión», asegura. Aquella misma tarde, acudió hasta su domicilio su cuidadora, persona de total confianza, a la que contó la suerte que había corrido. «Angie confesó que había sido violada en repetidas ocasiones», dice Blanca.
«Tratamiento fortísimo»
Tan mal se encontraba que la psicóloga que la examinó horas más tarde, de la Clínica Doctor Palomo, «se quedó asustada». En este centro «la atendieron con mucha humanidad», a diferencia del recibido en el tiempo que permaneció en la López Ibor», señala. «Fue sometida a un tratamiento de choque fortísimo, a unas inyecciones durísimas y también le han recetado antibióticos durante un mes», revela, sobrecogida. «Los resultados de la analítica nos los dan en 15 días», detalla.
Tras fugarse, Angie «fue carne de cañón en la calle». Se las ingenió para ponerse en manos de su expareja, quien, tal como apunta su madre, la había maltratado en el pasado. Además, explica que estuvo con él durante un periodo de tiempo corto. Según el testimonio de su hija, durante su periplo le ofrecieron alcohol, drogas y abusaron sexualmente de ella. Una información que da a conocer para que este «calvario no tenga que vivirlo nadie».
«La directora mostró un pesar real. Nos ofreció una mejor atención»
Blanca se reunió la tarde del miércoles con Inés López Ibor, directora de la clínica, quien le transmitió su profundo pesar: «¡Déjanos que te ayudemos!», le pidió. Esta madre aceptó la oferta del centro psiquiátrico únicamente con la garantía expresa de la directora de ofrecerle las mejores calidades; tanto psiquiatras como psicólogos con grandes trayectorias se encargarán, a partir de este momento, de su caso.
«Angie necesita muchísima ayuda y esperemos que lo consiga con el máximo respeto, comprensión y sensibilidad». Por este motivo, hoy volverá a ingresar en el centro.
