Los usuarios se quejan del vandalismo y abandono de BiciMad
Los robos de estos vehículos son constantes y la cantidad de bicicletas estropeadas aumenta cada día
Madrid lleva tiempo intentando convertirse en una ciudad apta para los ciclistas. El servicio de bicicletas públicas, BiciMad, cumplió un año el pasado mes y, a pesar de que ha tenido más éxito del que cabría esperar, los fallos persisten.
Se está convirtiendo en algo habitual ver, cuando cae la noche, ver gente tratando de «llevarse prestadas» las bicicletas sin pagar. El modus operandi es sencillo: los ladrones, normalmente varones de una media de edad entre los 15 y los 25 años, tiran de las bicis para ver si están sueltas. Si no están correctamente ancladas, se las llevan, si lo están, se acercan a otra estación.
La idea puede parecer tentadora pero tiene varios defectos, como por ejemplo que BiciMad, al llevar un motor, necesita ser cargado en los soportes de las estaciones, si no funciona como una bici corriente. Además, llevan GPS incorporado con lo que la policía puede rastrear quién se las ha llevado . El pasado 26 de julio, sin ir más lejos, la Policía Municipal detuvo a dos personas en Villaverde por robar estos vehículos.
Usuarios enfadados
Y no solo se trata de los continuos robos. Los usuarios se quejan constantemente de la falta de bicicletas disponibles y de que, en muchas ocasiones, hay que recorrer varias estaciones para poder dejar aparcado el vehículo.
En ese sentido, Twitter se ha convertido en el mejor aliado de los ciclistas. La cuenta BiciBad se encarga de informar a través de esta red social cuántas bicicletas están rotas y cuántas disponibles cada dos horas. Por ejemplo, hoy mismo hay ya unas 584 estropeadas, según sus datos. Además, denuncian que desde BiciMad achacan estos datos al «vandalismo de los jóvenes», algo que es parte del problema, pero no lo único.
En el programa electoral de Ahora Madrid se incidía en la mejora de este sistema, uno de los pocos que el equipo de Manuela Carmena ha alabado respecto a la gestión durante los años de Botella. En teoría, habrá un incremento estos vehículos y se desarrollará una red de carriles bici «integrada y coherente, no solo recreativa». Pero aún queda tiempo para que se empiece a mejorar el servicio y, por ahora, los usuarios tiene pocas alternativas , más allá de quejarse.
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