«Runners», risas y toneladas de solidaridad
Los DrinkingRunners transforman sus kilómetros de carrera en alimentos. Ya han donado 45.000 kilos que equivalen a 360.000 raciones de comida
Aurelio y Ana se encontraban el domingo 7 de junio de vacaciones en Costa Rica, a unos 8.500 kilómetros de la capital de España. Saben sin embargo que el paquete con aceite, legumbres y tomate enlatado que dejaron antes de viajar llegó al Banco de Alimentos de Madrid de la mano de los DrinkingRunners .
Esa bolsa no es más que un pequeño granito de arena en medio del desierto de la crisis que azota a miles de personas. Pero los granitos se han ido multiplicando desde que unos cuantos corredores aficionados -pero solidarios casi profesionales - impulsaran este grupo en 2012 con el deseo de ir mucho más allá de la moda del «running». El objetivo es correr y divertirse y, al mismo tiempo, colaborar con una buena causa . Desde entonces han donado 45.000 kilos, que equivalen a 360.000 raciones de comida.
¿Y cómo? Se preguntó Pablo Sánchez Carmenado . Pues convirtiendo en alimentos los kilómetros que él, como fundador, y el resto de integrantes de los DrinkingRunners -hoy más de cien- van realizando. Así, a la sombra de los «hastags» #KmsXalimentos y #Run4Fun (correr para divertirse), han ido abriendo brecha en las redes sociales y en la conciencia de miles de deportistas aficionados que acuden a las quedadas en la Casa de Campo junto a atletas profesionales que se han unido a la causa.
Las semanas transcurren, sin perder el humor, gracias a los denominados #EarlyFrikiRunning , que es como se denomina a los entrenos que se realizan cada martes y jueves a las seis de la madrugada entre la Alameda de Osuna y el Parque Juan Carlos I. Haga frío o calor. Truene o nieve. Allí están ante la sorpresa de los primeros vecinos que alzan las persianas o se adentran en la boca del Metro.
Quedadas con atletas olímpicos
Esas carreras de aproximadamente una hora, cuando el alba ni siquiera se ha desperezado, refuerzan al grupo y acaban convertidas en animadas tertulias en las que el médico, el ingeniero, el jefe de márketing, el aparejador, el periodista o el profesor universitario arreglan el mundo zancada a zancada. Y chiste a chiste. «Nada mejor que empezar el día con un Early» , se suele decir. Y los que lo han probado dejan de pensar que es una locura adentrarse en el Juan Carlos I a las seis de la mañana antes de irse a trabajar. Aunque sea a cinco grados bajo cero.
Esos entrenamientos, si es que se pueden llamar así porque seguramente no se haya inventado el término que los defina, son el preámbulo de las pruebas o quedadas -con presencia de atletas internacionales - a las que asisten los DrinkingRunners los fines de semana. Y siempre con el objetivo de aportar cuantos más kilos mejor al Banco de Alimentos de Madrid. Y divertirse, claro.
Su presencia en numerosas pruebas dentro y fuera de la Comunidad de Madrid ha hecho ya famosa la camiseta verde que lucen con una jarra de cerveza , eso sí, en plena carrera. Son muchos los que comprándola a través de la página web hacen también posible que todo lo recaudado se destine también al Banco de Alimentos. La «verde» luce ya en Nueva Zelanda, México, Panamá, Estados Unidos o la India.
«Todo lo que se haga es poco» , reconoce Pachi Ferrer, del Banco de Alimentos de Madrid, que sin jefes y gracias a sus 280 voluntarios reparte cada día 50.000 kilos de alimentos.
Son ya tres fases las cerradas por los DrinkingRunners con un total de más de 45.000 kilos de alimentos donados. Todo empezó a la sombra del Maratón de Madrid en 2013, con unos 7.000 kilos; siguieron con el de Sevilla, en 2014, con más de 19.000; y han cerrado este 2015 corriendo el Maratón de Barcelona y aportando unos 20.000 kilos más.
La celebración el 7 de junio de la carrera popular de Hortaleza sirvió para entregar en forma de cheque a los representantes del Banco de Alimentos de la capital los últimos 7.000 kilos de la tercera fase. También aportaciones como las de Aurelio y Ana, que no corren pero participan en la iniciativa incluso estando de vacaciones lejos de España. Más de un centenar de orgullosos DrinkingRunners arropados por los benjamines del grupo, en cuya camiseta la cerveza es sustituida por el zumo de naranja, asistieron al festivo cierre de la temporada. El futuro del «running» solidario y divertido está asegurado . Como dice Ferrer, «todo lo que se haga es poco».
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