La Púnica y Ballarín ponen contra las cuerdas el pacto entre PP y Ciudadanos
El temor a perder el Gobierno regional se instala en Génova: «El pacto es hoy más difícil», dice Ignacio Aguado
«El sentido común me dice que pactar con un partido político donde están imputados el consejero de Presidencia y la consejera de Educación es más complicado hoy que ayer». Ciudadanos advirtió ayer al Partido Popular de que el reguero de escándalos de corrupción -que suma dos nuevas imputaciones, contra Salvador Victoria y Lucía Figar, relacionados con la trama Púnica- «complica muchísimo» las negociaciones para apoyar la investidura de Cristina Cifuentes como presidenta regional. Aunque no las dio por «bloqueadas», dado que ninguno figura en su lista electoral. La candidata popular, que ganó las elecciones con 48 diputados, necesita el apoyo del partido de Albert Rivera para ser proclamada. Cifuentes reconoció que la imputación de los dos consejeros es «una noticia muy mala», también para sus intereses de formar gobierno, aunque aseveró que su «responsabilidad» se ciñe a los miembros de su candidatura.
Lo cierto es que antes de la campaña Cifuentes se cerró en banda frente ante Esperanza Aguirre, a la que dijo que no admitiría en ningún caso a Victoria en su candidatura electoral. Muchos preveían su imputación. Cosa bien distinta es el caso de Figar, con la que le hubiera gustado contar en su Gobierno, como «número dos», según apuntó en su día a este diario. «Hablamos de personas que no son diputadas y no van en mi lista. Eso a mí no me afecta. A mí se me deben pedir responsabilidades por mí y por las personas de la lista que yo encabezo», señaló. Pero en Génova empieza ya a cundir el temor a que Ciudadanos evite comprometerse apoyando expresamente al PP, y más teniendo en cuenta la proximidad de los comicios nacionales, en las que Albert Rivera pretende dar su gran salto a la política estatal. La propia Cifuentes afirmó en TVE : «Probablemente, las elecciones generales condicionan a algunos partidos, porque nadie se quiere retratar».
El líder de C’s en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, reconoció a ABC que esta circunstancia tendrá su peso en la decisión final, que inclinará la balanza hacia a Cifuentes (necesita el «sí» de C’s) o hacia el socialista Ángel Gabilondo (le basta la abstención de C’s y sumar con Podemos). «Obviamente, va a pesar mucho el coste asumido por favorecer un Gobierno del PP. Nos preocupa muchísimo que sigan saliendo, un día sí, otro también, nuevos casos en un partido que, en la Comunidad de Madrid, se ha demostrado que está infestado de corrupción», aseguró Ignacio Aguado tras reunirse con Gabilondo para abordar las cuestiones «técnicas» del reparto de los órganos de la Cámara regional.
El líder del partido naranja en la región aseguró que tanto su encuentro con Gabilondo como con Cifuentes, la víspera, fueron «satisfactorios»y en un clima de «confianza» recíproca; aunque esperó a ver cuáles son los compromisos concretos de ambos partidos en la negociación de la próxima semana. «El feeling es bueno», dijo, reafirmando su compromiso en priorizar la conversación con el PP, por su condición de primera fuerza.
A Cifuentes le reclamó que sea «expeditiva» y tome medidas contundentes para «atajar» posibles corruptelas en sus filas.
Ciudadanos entregó a PP y PSOE su «pacto contra la corrupción y por la regeneración democrática en la Comunidad de Madrid». El documento, «no negociable», incluye diez puntos, entre los que destaca: la expulsión de imputados por corrupción política o de cargos que hayan «falsificado o engañado» en sus currículos académicos; auditoría económica externa de los últimos ocho años del Gobierno regional; cambiar la ley para que los diputados tengan dedicación exclusiva; la imposición de primarias por ley en toda España, y la «despolitización» del Consejo Consultivo y de la Cámara de Cuentas.
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