Curiosidades
El «Moulin Rouge» de Madrid, el templo erótico que levantó pasiones durante el franquismo
Las «alegres chicas» de este clásico cabaret invitaban al público masculino a vivir «una noche de París en el barrio más castizo»
![El «Moulin Rouge» de Madrid, el templo erótico que levantó pasiones durante el franquismo](https://s1.abcstatics.com/Media/201505/27/molino-rojo-madrid--644x362.jpg)
Fueron el antecedente del «sexy-show» –lo más cercano en el tiempo a un striptease con desnudos a media luz–. Las «supervedettes» de los espectáculos de cabaret madrileño no llegaron nunca a rebasar esa línea, salvo por algún «descuido» –voluntario o no– de sus protagonistas, pero el Molino Rojo de Madrid fue uno de los templos del erotismo que levantaron pasiones durante los años 50, 60 y 70 . «Alegres chicas» que representaron durante años espectáculos con pícaros nombres como «Las gatitas de Madrid»
Lo lograron dentro de un contexto complicado para la libertad sexual pero con cierta «normalidad» e incluso con buenas dosis de imaginación ante los límites de la censura. En este local, ubicado en la calle Tribulete, 16, se dio cita lo más granado del artisteo nacional –por su escenario pasaron Estrellita Castro, Lola Flores o «La Chunga», entre otras–, ballets internacionales y «musas» llegadas de Francia y el Caribe que alegraron la vista al público masculino. Hasta entrados los años setenta el acceso estuvo solo permitido a los hombres y a «señoras», siempre que fueran acompañadas por sus esposos.
El «Moulin Rouge» prometía a su público vivir «una noche de París en el barrio más castizo de Madrid»: Lavapiés. Su fachada reproducía un pequeño molino de color rojo que imitaba al mítico cabaret parisino. Sus espectáculos, sin embargo, se parecían más a una revista de variedades en la que el cuplé, los cuadros flamencos y la zarzuela ocupaba la mayor parte del tiempo. Todo con tal de poder ver las esperadas piernas de la «supervedette» de cada época. Un título muy disputado y que lanzó al estrellato popular a Anuska Loren, Sara de Lis, Maruchy Taylor, Paloma Esteso o Anita Luna. «Alegres chicas» anunciadas en los periódicos que agotaron las localidades diariamente durante años.
La sugerencia y la «picardía» se utilizaron como reclamo para un espectáculo que fue evolucionando con los años y que incluso quedó reflejado en la gran pantalla gracias a la película «La chica del Molino Rojo». Un drama musical protagonizado por Marisol en 1973 que recogió el ambiente de este lugar –desaparecido a mediados de los 80– deslizando abiertamente que algunas de sus vedettes se dedicaban además a la prostitución .
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