colmenar del arroyo
El arrebato de locura de «Jandi» en la guardería: «¡No tengo nada que perder!»
Un hostelero irrumpió en el centro de Colmenar del Arroyo con un cúter y retuvo a un niño de dos años casi cinco horas. La Guardia Civil logró que lo liberara. Él está detenido. Aún no ha declarado
La Casa de los Niños de Colmenar de Arroyo se convirtió ayer en la casa del pánico. Sobre las diez y cuarto de la mañana, un hostelero del pueblo irrumpió en la guardería La Olma, enclavada en dichas instalaciones, en la calle de Guillermo Bonet. Inopinadamente, para sorpresa de docentes y menores, sacó un cúter y cogió a un niño de dos años y medio, el primero que tuvo a su alcance, sembrando el pánico en el centro y en todo el municipio, de unos 1.600 habitantes.
Los cuidadores comunicaron los hechos a la Guardia Civil, en torno a las diez y media. Precisaban que una persona en actitud agresiva había retenido a uno de los menores. Hasta el lugar se desplazaron efectivos del Instituto Armado, que evacuaron el recinto. Tras casi cinco horas de angustia, poco antes de las tres de la tarde, mediadores y psicólogos de la Benemérita lograron convencer al secuestrador, Alejandro Blázquez, –conocido como «Jandi» o «Calvito»–, de 50 años, quien liberó al crío. Estaba en perfecto estado. Instantes después, se entregó y fue detenido. La tensión contenida estalló y los familiares del raptor y del pequeño se abrazaron, entre lágrimas. El pueblo, que estuvo en vilo durante casi cinco horas, respiraba, al fin, aliviado.
Colmenar de Arroyo comenzó la jornada como cualquier otro día. «Jandi» abrió su establecimiento, La Colmena, que regenta con varios familiares, situado en la calle Real, en el centro. Después se fue a la localidad de Chapinería a comprar fruta. Una vez de regreso a su localidad natal, se dirigió a La Olma, a entregar naranjas para hacer un favor, según algunas fuentes. Otras dijeron que entró aprovechando que lo hacía un padre. Nada hacía presagiar lo que estaba a punto de suceder. Los 26 pequeños estaban en las tres aulas, que acogen a niños de 0 a 3 años. «Jandi» se adentró en la de los mayores y, esgrimiendo el cúter, agarró a uno de los niños mayores, con actitud agresiva.
Cerca de 80 efectivos
Los nervios entre el personal del centro cundieron ante lo peligroso de la situación. La Benemérita llamó al Ayuntamiento. Las primeras patrullas territoriales que llegaron hasta el centro, procedentes del puesto de Navas del Rey, comenzaron a realizar el desalojo, con ayuda de los profesores. Todos salieron al patio y el equipo de Gobierno local, capitaneado por la alcaldesa, Belén Barbero, decidieron trasladarlos hasta el Centro Polifuncional, donde fueron a recogerles sus familiares. Fue el segundo epicentro de la angustia que se vivió ayer, seguido de La Olma. «Solo queríamos ponerles a salvo y que todo acabara pronto», declaraba la regidora.
Cerca de 80 agentes de la Guardia Civil, incluidos los de San Martín de Valdeiglesias, Aldea del Fresno y Policía Judicial formaron parte del dispositivo, que incluyó a psicólogos y a mediadores, explicó una portavoz del Cuerpo. Incluso se desplazó el capitán de la II Compañía, con base en Getafe.
El niño y su captor no estuvieron nunca solos. Este último permitió la entrada de un psicólogo y un mediador, quienes trataban de que el pequeño jugara, manteniéndolo ajeno a la terrible situación.
Mientras, todos ellos se esforzaban en tratar de convencer a «Jandi» para que liberara al crío y se entregara. En todo momento, el captor se mantuvo alterado, hasta el final. «¡No me preguntes, no me preguntes, que me pongo más nervioso!. Yo lo que quiero es que vengan las cámaras de televisión, entonces lo contaré todo. No tengo nada que perder», espetó a los primeros funcionarios, según ha podido saber ABC.
Exigió hablar con el sargento del puesto de Navas del Rey, extremo que logró, y también pidió chucherías para el niño. El hijo del captor, de 26 años, colaboró en las negociaciones. Poco antes de las tres de la tarde, la pesadilla acababa. En el final ayudaron un miembro de la Unidad Especial de Intervención (UEI), que se hizo pasar por un responsable de la Delegación del Gobierno, y una agente de la Oficina de Relaciones Informativas y Sociales (ORIS), quien hizo el papel de periodista, lo que «Jandi» reclamaba, precisaron fuentes de la investigación.
Primero soltó al niño, cuyos padres corrieron a estrecharle entre sus brazos. El Summa le hizo una primera exploración y estaba en buen estado. Después, salió el raptor detenido. Las lágrimas de la tensión brotaron entre los docentes, allegados de ambas familias y vecinos
¿Por qué lo hizo?
«Menos mal que todo ha terminado bien. Sabíamos que no le iba a hacer nada al niño porque él ha criado al suyo solo. Es padre soltero y muy buena persona. Ha ayudado a todo el pueblo. A saber qué ha pasado por su cabeza. Se le ha ido la pinza», comentaban los lugareños.
La Guardia Civil investiga ahora las causas de lo sucedido. «Tiene problemas económicos», indicaban unos. Otros aludían a que fue a la guardería a por la hija de una excamarera. «Qué va. Le podía haber tocado a cualquiera», decían algunos. El detenido fue conducido a los calabozos de la Comandancia. Hoy está previsto que se le interrogue. El pueblo espera respuestas y trata de recobrar la normalidad.