La locomotora, de nuevo en marcha
La región tiene la deuda más baja de España y el paro seis puntos por debajo de la media
![La locomotora, de nuevo en marcha](https://s1.abcstatics.com/Media/201505/10/locomotora-marcha-abc--644x362.jpg)
La Comunidad de Madrid ha hecho los deberes durante estos últimos cuatro años. Quienes tomen el mando tras el 24-M –abocados a encontrar un pacto, según los últimos resultados del barómetro del CIS – tendrán la responsabilidad de mantenerse en el camino de la recuperación que inició Madrid en el segundo semestre de 2013. Esa fue la fecha que marcó el inicio de la salida de la crisis. Ahora la economía madrileña vuelve a ser «locomotora» y el INE estima que crezca este 2015 al 3,27% –frente al 2,96% de la española–.
Ignacio González, presidente del Ejecutivo madrileño desde septiembre de 2012, se marcha «satisfecho» de haber dejado las cuentas saneadas –con un ahorro en la Administración de 2.902 millones–; menos paro –situado en el 17,9%, seis puntos por debajo de la media nacional –; y la menor carga impositiva de toda España –con una rebaja histórica de hasta 3,3 puntos el tramo autonómico del IRPF–.
Llegó al poder tras la sorpresiva dimisión de Esperanza Aguirre el 17 de septiembre de 2012. Otra «sorpresa», el pasado 6 de marzo, frustró su deseo de revalidar su cargo. La sombra de su ático en Marbella y los coletazos de la Púnica llevaron al partido a elegir a Cristina Cifuentes como candidata. Aun así, se marcha como un «buen gestor». Y eso que no ha encontrado siempre el respaldo del Gobierno central.
Madrid ha tenido que enfrentarse a la crisis con un modelo de financiación impuesto por Zapatero que le dejó con mil millones menos de financiación autonómica. Pese a la presión ejercida para que acudiera al rescate del Fondo de Liquidez Autonómica para cumplir los objetivos de déficit, no lo hizo. Las relaciones con Hacienda y su ministro, Cristóbal Montoro, no son buenas desde entonces. Madrid ha logrado ser la que más impuestos recauda.
Todo con el objetivo de «sostener unos servicios públicos de calidad» cuyo modelo de gestión –en Sanidad y Educación– ha sido muy criticado. Quien llegue a Sol el 24-M tendrá que decidir si mantiene o no dicho modelo.
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