ARRANCA LA CAMPAÑA ELECTORAL
A la caza del voto indeciso del 24-M
La encuesta del CIS marcó la «pegada» de carteles de los siete partidos en liza, que prometieron luchar contra la corrupción
Los arranques de campañas electorales poco se parecen ya, formalmente, a los de antes. Se ha pasado de la pegada tradicional de carteles a la utilización de las redes sociales y los «photocalls». Pero los mensajes políticos, persisten, con sus puyas a los rivales, promesas y las mejores de las sonrisas.
Anoche, se leían entre líneas, en corrillos o hasta sobre el atril los resultados de la encuesta del CIS , conocida apenas unas horas antes. Nadie tiene, a falta de quince días para los comicios, una victoria absoluta. Es hora de la caza del voto indeciso, por encima del 30%; el que puede quedarse en su casa el 24-M o bien decidir el futuro de casi 6,5 millones de personas en los próximos cuatro años.
Todas las formaciones, de algún u otro modo, buscaron escenarios muy madrileños. Los Jardines de Cecilio Rodríguez fue el lugar en el que se dieron cita las candidatas del PP . Sin nadie de la Ejecutiva Nacional (tampoco la alcaldesa saliente, Ana Botella), Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre se saludaron con una broma. «¡Qué bonita tu chaqueta!», le dijo la expresidenta regional a la anterior delegada del Gobierno, que contestó: «No te la compres igual». «Satisfaction», de los Rolling Stones, fue la «sintonía» que puso el nexo entre ambas, que se refirieron mutuamente como «las futuras alcaldesa y presidenta».
Del PSOE dijo Cifuentes que era el partido «que nos llevó a la crisis»; de IU, «que ni su nombre responde a la realidad»; de UPyD, que «es el partido magenta de futuro negro»; de Podemos, que «es el populismo en estado puro», y de Ciudadanos, que es «el partido camaleón». Terminaron pidiendo efusivamente el voto al unísono: «¡A ganar!».
No hubo cena en la plaza de la Villa, donde el líder de los socialistas españoles, Pedro Sánchez, sí quiso arropar a sus dos candidatos, Antonio Miguel Carmona y Ángel Gabilondo. El primero apeló al «pasado socialista de la capital» de los alcaldes Tierno Galván y Barranco. Se habló mucho de «limpieza de Madrid» en todos los sentidos: «Estas elecciones van a ser un plebiscito contra la madre de la corrupción», dijo Carmona en referencia al PP. También pidieron el voto a «las mujeres, los discapacitados, los homosexuales y los inmigrantes». Y, por supuesto, a los indecisos. Gabilondo tiró de prosa: «Quiero un Madrid honrado, culto, plural e íntegro. No me conformo con ser el segundo. Estoy aquí para gobernar».
«Segunda Transición»
En su primera noche electoral, Ignacio Aguado y Begoña Villacís, de Ciudadanos apelaron a una «segunda Transición» que deje atrás «la España cainita» del bipartidismo.
En la Cuesta de Moyano, la alcaldable Manuela Carmena, de Ahora Madrid, apeló a «las emociones, la esperanza y la ilusión».«El pesimismo reaccionario nos ha paralizado».
José Manuel López, candidato a la Comunidad por Podemos, fue arropado en la UVA de Hortaleza, su barrio, por Pablo Iglesias, que apeló «al 40% de indecisos» para ganar.
En la Puerta de Toledo, Raquel López y Luis García Montero , de IU, se arrogaron ser «el único voto útil». UPyD, que según las encuestas quedaría fuera de ambas instituciones, se citó en la Puerta de Alcalá. A David Ortega y Ramón Marcos los acompañó su líder nacional, Rosa Díez.
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