operación canalejas

Tesoros en la manzana de oro

El lucernario, las puertas de acceso, el despacho principal, el patio de operaciones y los herrajes volverán intactos

Tesoros en la manzana de oro abc

A. D./S. M. MADRID

La intervención que se propuso hacer Villar Mir en la manzana de oro era, ante todo, respetuosa. Se revisaron una por una las vidrieras, columnas y molduras que se encontraban en el interior. Su intención era extraerlas y reincorporarlas como valor añadido al edificio cuando terminen las obras. Los edificios se han vaciado y sus cornisas se igualarán. El conjunto apenas variará su edificabilidad en 1.000 metros cuadrados, que se ganarán a los patios interiores. No se podían dejar en el interior, como islotes, los elementos a proteger.

La antigua cristalera del patio interior de Alcalá, 14 —sede de la Equitativa primero y del Banco Español de Crédito después— recuperará su emplazamiento original y será la impresionante recepción del nuevo hotel «Four Seasons», eje de la operación Canalejas.

La decoración de las puertas de acceso al zaguán de Canalejas, 1, se conservarán e integrarán en los nuevos usos del edificio. Sus elementos metálicos y sus cristaleras serán reutilizados.

La recepción

El patio de operaciones, obra, en 1945, de Enrique Cebrián –y modificado en 1998 por López-Amor– volverá ahora a su estado original como recepción del hotel «Four Seasons». En él destacan sus columnas de mármol y los capiteles decorados con hojas de acanto.

Los herrajes y pomos de algunas puertas y ventanas eran los originales y tenían diseños muy bellos. Los arquitectos aprovecharán su uso para conservarlos. Se estudió cada objeto para integrarlo tras las obras. Son muchos elementos: puertas, barandillas, molduras –como la de la imagen de la izquierda–, suelos... Pero también existían en el interior del conjunto zonas muy deterioradas o que no merecían protección alguna. «Protegerlo todo es prácticamente imposible e inviable», indicaron en su momento desde el Estudio Lamela, colaborador en el proyecto.

Del despacho principal, en la segunda planta, todos sus elementos resultan valiosos. Sus techos decorados con complejas molduras doradas, los grandes espejos que le dan profundidad y la chimenea, que acapara todas las miradas de la estancia, son algunos de los elementos a destacar. Su suelo de madera con forma de estrella también se conservará.

Tesoros en la manzana de oro

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