Peleas de boxeo en la casa okupa neonazi de Chamberí
El «Hogar Social Madrid», que asiste exclusivamente a españoles, organiza combates para recaudar alimentos
La casa okupa neonazi del antiguo Ministerio de Trabajo, ubicada en la calle Bretón de los Herreros, no solo se dedica a dar cobijo y sustento exclusivamente a españoles , sino que además organiza veladas y entrenamientos de boxeo y artes marciales, principalmente encaminadas a la recolecta de alimentos, según los propios carteles sobre el evento. Así, en el interior del inmueble ocupado, donde viven unas 12 personas entre «inquilinos y militantes», se ha instalado un ring y varios sacos e instrumentos.
Según fuentes policiales consultadas por ABC, se tiene constancia de estas actividades aunque indican que no hay registrado ningún tipo de incidente, sin necesidad de intervenir hasta la fecha. En ese sentido, apuntan que estos combates, cuya asistencia es gratuita, son organizados por grupos externos que no habitan en el edificio y que no hay inidicios de que se desarrollen actos delictivos.
Uno de los promotores, o al menos participante, es «Suburbios Firm», la facción más radical del Frente Atlético -peña ultra de corte neonazi del Atlético de Madrid-. En una de las fotos anexas, publicadas en la página de Facebook del «Hogar Social Madrid», se reconocen a algunos miembros del clan por las sudaderas que visten, con su escudo en el pecho. Igualmente, la unión del grupo con el edificio okupa es reconocible en que uno de estos sujetos, con la misma ropa, está presente durante el desalojo de la semana pasada.
Pendientes de «notificación»
El viernes 24 de abril estaba prevista la expulsión del edificio después de cuatro meses de ocupación, pero la amenaza de suicidio de una «inquilina», que aseguró que se lanzaría al vacío desde la azotea si eran desalojados, lo evitó hasta «nueva notificación», según declaró la portavoz del «Hogar Social Ramiro Ledesma» ante los periodistas congregados.
Así, desahuciados también del inmueble del que se apropiaron en Tetuán, advierten que defenderán el antiguo Ministerio de Trabajo con «uñas y dientes», pues es su «hogar» y, en cualquier caso, «no van a dejar tirados a su pueblo».
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