semana santa en madrid
El Encuentro ensalza el Sábado Santo
«La Soledad» y la Virgen Dolorosa cierran las estaciones de penitencia en Madrid
Un sol imponente sumaba luminosidad en el rostro de las decenas de fieles que esperaban ayer en la iglesia de la Concepción Real de Calatrava la salida de «La Soledad» en la última de las estaciones de penitencia de la Semana Santa madrileña . Con hábitos negros, la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de la Soledad y el Desamparo partió de la calle Alcalá en torno a las 16.45 horas con dirección a Arenal, donde el Santísimo Cristo Yacente aguardaba en la Real iglesia parroquial de San Ginés para sumarse al cortejo.
La imagen de Nuestra Señora de la Soledad, original del siglo XVIII y obra de Juan Pascual de Mena, atravesó el centro de Madrid en compañía de la sección de tambores, bombos y timbales de la Real y Calasancia Cofradía del Prendimiento del Señor y el Dolor de la Madre de Dios de Zaragoza, en la cruz de guía, y la banda de San Fernando Rey de Burgos, que tocaba las marchas procesionales.
Apenas han pasado unos minutos cuando los anderos elevan el paso por primera vez. Brazos en alto, La Soledad ya avista su destino, donde la acumulación de gente hace imposible el paso por la calle Arenal. Un aplauso cargado de fervor y reconocimiento matiza el ruido de los bombos y tambores, cada vez más lejanos pero todavía muy evidentes a las puertas del templo. Con capas blancas y túnicas y capirotes azul marino, se abren camino entre cientos de personas que graban con todo tipo de dispositivos móviles su atronador y espectacular avance.
El itinerario, que baja por Alcalá y atraviesa la Puerta del Sol, enfoca con calma su marcha hacia Arenal. En las abarrotadas aceras hay una clara paridad entre jóvenes y mayores, así como una notable presencia de turistas. Sin excepción, todos contemplan con más o menos sentimiento el paso de «La Soledad» en este agradable Sábado Santo. «Es muy bonito, nos encanta», indica un matrimonio mexicano que ha venido expresamente a Madrid para ver la Semana Santa.
La representación del Encuentro de María y Jesús, ya descendido de la cruz, eleva al máximo la emoción y el fervor. También en andas, los cofrades, con sus característicos capirotes rojos, sostienen la imagen del Cristo Yacente –del siglo XX y de talleres Olot–, que espera la llegada de su Madre. Uno frente al otro, Ella se inclina ante el cuerpo inerte de su Hijo. Los anderos, cuyo semblante muestra una mezcla de esfuerzo y paz, bailan los pasos ante los ojos vidriosos de los asistentes. «Es impresionante, muy emocionante; he cogido sitio hace horas y merece la pena», declara uno de ellos.
La Dolorosa, en Las Letras
Ambas congregaciones se unen en este punto y tornan a la iglesia de las Calatravas por las calles de Bordaderos, Mayor, Puerta del Sol, Carrera de San Jerónimo y Cedaceros. En paralelo, a las 18:00 horas en el barrio de las Letras, sale la Virgen de la Dolorosa. Punto y final con permiso de la tamborrada del Domingo de Resurrección en la Plaza Mayor, a cargo de la Real e Ilustre Cofradía del Prendimiento del Señor y el Dolor de la Madre de Dios.
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