Esclavizada, violada, embarazada y prostituida en el polígono Marconi
El proxeneta fue arrestado a finales de año cuando la víctima, de 20 años, estaba de dos meses. Es el padre del hijo que espera la joven
Habían recorrido Bélgica y Alemania desde su Rumanía natal hasta recalar en Madrid en agosto de 2014 . Su destino: el polígono Marconi, uno de los principales puntos de la prostitución callejera de la capital situado en Villaverde Alto.
La víctima es una joven de 20 años a la que el proxeneta explotaba para ejercer la prostitución. Como si de un objeto de su propiedad se tratase, la violaba cada vez que le parecía oportuno y la sometía a frecuentes palizas. Fruto de todas esas vejaciones la mujer se había quedado embarazada y aún así tenía que acudir todos los días a vender su cuerpo a cambio de dinero. Las ganancias se las quedaba el «chulo»; ella recibía lo justo.
El traficante fue detenido por la Policía al igual que otra mujer, encargada de vigilarla, que participaba en las coacciones y amenazas. Fue a finales de 2014. Ella estaba de dos meses
Una pistola de aire comprimido
La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de que una mujer de origen rumano estaba prestando servicios sexuales obligada por dos ciudadanos de su misma nacionalidad . La joven había sido captada en Rumanía aprovechándose de su situación de necesidad y, con el truco de que iba a obtener un buen trabajo, fue trasladada a Bélgica, en donde fue obligada a ejercer la prostitución bajo la amenaza de causar daños a su familia en Rumanía.
De ahí, el trío se desplazó hasta Alemania y posteriormente a Valladolid, hasta llegar a Madrid, donde los dos detenidos la obligaron a ejercer la prostitución en las calles del Polígono Marconi, controlado por mafias rumanas.
La víctima, cuya documentación le fue arrebatada nada más entrar en nuestro país (al igual que en los anteriores) para evitar que se fugara, era sometida a una continua violencia física y psíquica al objeto de que continuase en el ejercicio de la prostitución y de esta manera obtener un mayor beneficio económico .
Además, y como consecuencia de los abusos sexuales continuos que sufría, la mujer se encontraba encinta de su propio explotador. Durante los registros efectuados, se ha incautado una pistola de aire comprimido y la documentación de la víctima. La operación ha sido desarrollada por agentes del Grupo VII de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras en colaboración con la Embajada de Rumanía.
No es la primera vez que estas mafias sin escrúpulos siguen explotando a sus víctimas aunque estén embarazadas. En algunos casos, incluso, las fuerzan a abortar y sin que les dé tiempo a recuperarse, las obligan a practicar sexo de pago.
Siguen la estela del considerado mayor traficante de mujeres de Europa: Ioan Clamparu, «cabeza de cerdo» , quien hizo que a una de las menores de 17 a la que tenía esclavizada interrumpiera su embarazo en contra de su voluntad. Después, le dijo literalmente: « Ponte algodones y a Marconi».
