Las monjas trinitarias: «Ya es hora de que Cervantes suba de la cripta a la iglesia»
Las monjas de Las Trinitarias, partidarias de trasladar al genial escritor a un mausoleo
Era una deuda que tenía pendiente. Ana Botella había prometido a las monjas de clausura de Las Trinitarias, donde reposan los restos de Cervantes, que el mismo día en que se hicieran públicas las conclusiones del equipo investigador iría ella en persona a comunicárselas. Y dicho y hecho. A primera hora de la tarde la alcaldesa de Madrid cruzaba los muros del convento para entrevistarse durante media hora con las religiosas. Botella estaba acompañada por el equipo investigador y el delegado de Las Artes, Pedro Corral.
Durante el encuentro –«cordial» y «cariñosísimo», según testigos–, la alcaldesa agradeció a las monjas la paciencia y atención que han tenido con los expertos durante estos dos meses de trabajo. «El pueblo de Madrid les estará eternamente agradecido por lo que han hecho», les manifestó la regidora. Botella recordó que en este caso las religiosas han actuado como ha hecho siempre la iglesia: conservando el patrimonio de sus templos. Y es que ha sido la orden de Las Trinitarias la que durante estos cuatro siglos se ha encargado de mantener la cadena de custodia y proteger los restos de Miguel de Cervantes y su mujer en el subsuelo del templo.
ABC pudo dialogar ayer con las religiosas, que se mostraron «enormemente satisfechas» por el descubrimiento ya que, después de haber sufrido tantas reconstrucciones y traslados, «no se sabía exactamente dónde reposaban los restos de Cervantes». En la entrevista que mantuvieron con Ana Botella salió el tema de construir un mausoleo para ofrecer un «digno descanso» al genio de las letras españolas.
La orden es partidaria de levantarlo. «Ya es hora -apuntan- de que Cervantes suba de la cripta a la iglesia. Merece que todos los que quieran puedan visitarlo. Por eso es mejor que le podamos rendir honores en el templo, ya que las condiciones de la cripta no son las mejores para recibir muchas visitas».
Las religiosas dieron sus bendiciones al nuevo proyecto del Ayuntamiento de Madrid, aunque indicaron que la última palabra la tiene en este caso el Arzobispado. Las conversaciones arrancaran en las próximas semanas.
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