El templo «prohibido» de las leyes

El Palacio del Marqués de Sonora esconde una biblioteca cuyo acceso está restringido a pocos privilegiados

El templo «prohibido» de las leyes isabel permuy

TATIANA G. RIVAS

En la planta baja del viejo caserón de San Bernardo, lo que hoy es sede del Ministerio de Justicia , se encuentra una pequeña joya desconocida para la mayoría de los madrileños: una biblioteca de pino del siglo XIX que da cobijo a más de 42.000 obras. Es la que llaman la sala principal. Se distribuye en dos plantas y 73 estanterías de pino cubiertas con cristales de agua superfinos, originales de 1850, de esos que ya no se realizan. Huele a madera y no hay nadie en su interior. La mesa de cristal y sillas blancas modernistas centrales chocan con el clima conservador y clásico del resto de la estancia. No la visitan muchas personas, aunque por ella hayan pasado todos los ministros y juristas más importantes de los dos últimos siglos. Hoy en día se destina para uso interno de gabinetes y asesores parlamentarios, y de manera externa y exclusiva a cualquier investigador que solicite permiso para hacer consultas.

El que fuera Palacio del Marqués de Sonora es sede del Ministerio de Justicia desde 1851. Sus muros acogen desde entonces el trabajo de muchas generaciones. Al margen de la sala principal de la biblioteca está una aneja a la que denominan sala de lectura ( imagen bajo estas líneas). Aquí, su mayor bien es el artesanado de madera del techo, una auténtica obra de arte del siglo XIX que deja con la boca abierta.

La colección

La colección de la biblioteca de Justicia se viene ampliando desde el siglo XVIII. Cuenta con códigos de diferentes países, incluso las actas constituyentes de las Cortes de Cádiz. Las estanterías se llenaron sobre todo a partir de las desamortizaciones del XIX. Ahí fue donde la Administración acogió los fondos que recopilaba la Iglesia. En el siglo XX, la biblioteca toma forma como tal. Esta es junto con las del Congreso y el Senado de las bibliotecas jurídicas más completas de las existentes en el ámbito de la Administración de Justicia. Parte de un fondo antiguo de libros heredado de la Secretaría de Estado de Justicia, y cuya procedencia probablemente fuera, como en casi todas los archivos surgidas a lo largo del XVIII y XIX, de la incautación de las bibliotecas jesuíticas (1767) cuando estos fueron expulsados por Carlos III y la desamortización eclesiástica (1836).

Es el ministro Santiago Fernández Negrete en 1858 el primero que dispone que los libros dispersos por el Ministerio se reúnan en un local e invierte dinero en la adquisición de nuevos ejemplares. Su empresa la continuarán Montero Ríos, Álvarez Bugallal y Pedro Aurioles Aguado (1818-1884), ministro este último (en 1863 y 1879) con el que se traslada la biblioteca a su ubicación actual. Pero es Francisco Silvela quien en 1884, por decreto de 12 de febrero, crea «una biblioteca especial de códigos, textos legales y jurisprudencias de los países extranjeros y de España, tratados internacionales, comentarios, obras de legislación comparada y de Derecho Positivo, y Derecho Internacional público y privado».

Para la organización y fomento de la biblioteca se constituye una comisión permanente denominada «Comisión de Legislación Extranjera», encargada de clasificar las obras que existen, realizar el canje internacional de obras y textos legales, aumentar los fondos con adquisiciones, proponer al Ministerio la traducción e impresión de códigos y textos legales de interés y publicar el catálogo que se insertará anualmente en la Gaceta de Madrid. La última reforma que se llevó a cabo en esta biblioteca fue en el año 2000 cuando se dio forma a una nueva estancia para seguir dando cobijo a nuevos volúmenes. En la actualidad reúne hasta 100.000 ejemplares.

El templo «prohibido» de las leyes

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación