Madrid/universidad
Las elecciones a rector de la Complutense, bloqueadas
Carrillo hizo un cambio parcial de los estatutos. La ley le obliga a que sea total
José Carrillo tenía que convocar ayer las elecciones al Rectorado de la Universidad Complutense (UCM). Lo venía anunciando. Pero no fue así. En su lugar, y como adelantó ABC, se fue al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) para pedir una «suspensión cautelarísima» de la orden de la Comunidad de Madrid que desestima la modificación parcial de los Estatutos de la UCM y, por tanto, paraliza y deja en el aire ese proceso electoral.
El rector Carrillo, que opta a la reelección, culpa al Gobierno regional de «impedir» las elecciones y deja caer que hay motivos políticos. En concreto, afirma «seguir recibiendo presiones» por el caso Monedero. Como se sabe, la UCM ha abierto una investigación al profesor de Ciencias Políticas y número tres de Podemos, Juan Carlos Monedero , por haber trabajado en la creación de una moneda única bolivariana —y haber cobrado por ello 425.000 euros cuando tiene plena dedicación docente–.
Esa investigación «no va más rápido ni más lento que otras porque sea un caso mediático», dijo ayer Carrillo. El rector aprovechó para decir que a la Comunidad de Madrid y «no le interesa que yo gane las elecciones», que sino hay elecciones él seguirá en funciones y que «ni voy a dimitir ni pretendo cometer una prevaricación».
Falta de transparencia
El rector procuró ayer quitarse toda la culpa de encima. La tienen, a su juicio, la Comunidad de Madrid y los otros cuatro precandidatos que van a hacerle sombra. Se trata de los catedráticos Federico Morán, Rafael Calduch, Carlos Andradas y Dámaso López. Los cuatro lanzaron ayer un comunicado conjunto —que ya es difícil poner de acuerdo a cuatro personas de distinta afinidad política—, en el que sitúan contra las cuerdas al actual rector y denuncian su falta de transparencia ante el proceso electoral que, finalmente, no se ha podido convocar para no incumplir la legislación estatal en materia de universidades.
Las razones que da José Carrillo para acudir al TSJM son, entre otras, las siguientes. El sabe que los Estatutos de la Complutense son de 2003. Una reforma de la Ley Orgánica de Universidades de 2007 obligaba a adecuar los estatutos de todas las instituciones superiores españolas. La UCM es la única que queda. Se daba un plazo hasta 2010. Carrillo no era rector todavía; lo era Carlos Berzosa y él uno de sus vicerrectores. Ya se había incumplido el mandato de una ley orgánica. De hecho, Carrillo fue elegido con unos estatutos —los todavía vigentes— que no se habían cambiado y que, por lo tanto, estaban fuera de plazo y «que eran un fraude de ley», como indican fuentes universitarias.
En junio de 2011 Carrillo toma posesión del Rectorado. En mayo de 2014 el claustro le echa para atrás la modificación de los estatutos. ¿Motivos? Según ha podido saber ABC uno de ellos era la pretensión de que el gerente de la Universidad pueda ser una persona ajena a la institución y no, como viene establecido hasta ahora, un funcionario de carrera. Tras este revés, y con los plazos de las elecciones apretando ya, el rector lleva a su claustro una modificación, esta vez parcial, de los estatutos. Es diciembre de 2014. Sale un «sí», claro, porque entre, otras cosas, se proponían ventajosos cambios en el porcentaje de votos del profesorado de cara a las elecciones al Rectorado, ahora bloqueadas.
Autonomía universitaria
Ante este cambio parcial, y no completo, de los estatutos la Comunidad de Madrid se ve obligada a decir a la UCM que debe cambiar «todos los artículos afectados» por la Ley Orgánica de 2007. Es lo que se llama un «reparo de legalidad», no una intromisión en la autonomía universitaria de la Complutense. Pese a ello, José Carrillo manda publicar su modificación parcial en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM). El Gobierno regional, ante este acto que califica de «unilateral» y «claramente irregular», acuerda el pasado 26 de febrero desestimar esa modificación parcial. El resultado de este farragoso conflicto legal es que las elecciones al rectorado se han paralizado y que la Complutense se sumerge en una especie de vacío o limbo legal hasta que el TSJM se pronuncie en una semana. Ese es el plazo estimado por José Carrillo.
La Comunidad de Madrid, por su parte, insistía ayer en que «aún existe plazo» para que el claustro de la UCM acuerde la modificación completa de sus estatutos, que «deben adaptarse a la legislación vigente tal y como han hecho todas las universidades públicas de Madrid», dice la carta enviada ayer por Lorena Heras, directora de Universidades de la Consejería de Educación, a todo el profesorado.
Otra de las acusaciones del rector ha sido hacia sus cuatro oponentes. «Tengo enfrente a cuatro personas que van de la mano de la Comunidad de Madrid», sentenció Carrillo.
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