Piden 23 años de cárcel por matar a su pareja con el triciclo del hijo

El fiscal pide 23 años y diez meses de cárcel para un hombre que supuestamente a su compañera, a la que propinó numerosos golpes con sus manos y piernas e, incluso, valiéndose de una barra metálica, «sólida y contundente», del triciclo del hijo de la pareja. La Audiencia Provincial de Madrid inicia el lunes el juicio, con jurado popular, contra Mario T.L. por un delito de lesiones en el ámbito familiar y un delito de asesinato.

Tal y como se recoge en el escrito de calificación provisional del Ministerio Público, en 2009 Mario inició una relación sentimental con una menor de 16 años de edad que estaba tutelada por la Comunidad de Madrid. Poco tiempo después la menor se quedó embarazada y dio a luz a un niño. Cuando la joven alcanzó la mayoría de edad, la pareja inició su convivencia junto con su bebé y la madre de Mario en un domicilio de la localidad de Parla.

Ya en octubre de 2012, debido a un problema con la caldera del piso y para que el pequeño no pasará frío, la abuela se trasladó con el bebé a otro domicilio de la localidad de Alcorcón, donde vivían otros dos de sus hijos. A partir de ese momento la relación de la pareja se volvió más complicada y comenzaron a ser muy habituales las discusiones por sus problemas económicos y de celos. Una situación que agravó el consumo por parte de ambos de drogas, sobre todo cocaína.

En una de sus discusiones, Mario recriminó a su pareja una supuesta infidelidad y le propinó un golpe en el ojo derecho, pero la víctima no quiso denunciar. Sin embargo, la discusión continuó y finalmente la mujer tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios de emergencia y evacuada a un hospital, donde, dada su dependencia emocional de Mario, solicitó el alta voluntaria.

Horas después, reanudaron la discusión en su piso y el acusado, «con la clara intención de acabar con su vida, comenzó a golpear repetidamente, con gran brutalidad e intensidad, a la mujer en todas las partes de su anatomía, valiéndose de sus manos, piernas e incluso de una barra metálica, sólida y contundente, que pertenecía un triciclo de su hijo».

Aún con vida, pero desvalida y sin defensa, Mario pisó la cara de la joven «con tanta fuerza que le dejó impresa con líneas hemáticas en el lado izquierdo del rostro la suela de las zapatillas que llevaba puestas». Después colocó sobre el cuerpo de la joven un radiador portátil eléctrico caliente que había en la vivienda, lo que provocó quemaduras de diversa consideración a la víctima, y le introdujo en la vagina una colilla apagada de un cigarrillo.

Ya cadáver, el acusado introdujo el cuerpo sin vida de la joven en la bañera llena de agua de la vivienda para después trasladarlo a una de las habitaciones, donde fue hallado por los servicios de emergencias tras el aviso que dio el propio procesado.

En el momento de su detención Mario T. L. presentaba rasgos psicopáticos de la personalidad de características disociales y narcisistas, con gran resistencia para el cumplimiento de límites y normas desde la etapa adolescente, según el fiscal. Horas antes de los hechos había consumido cocaína y hachís, pero el fiscal sostiene que ello no alteraba sus capacidades cognoscitivas, que se mantuvieron intactas. Mario se encuentra en prisión provisional desde el 20 de noviembre de 2012.