Los ciborgs de la Policía contra la delincuencia en el centro de Madrid
Prevenir y combatir delitos en las zonas turísticas, comerciales y peatonales es el fin de los «segway» de la Policía Municipal
Ver y ser vistos. Ese es el objetivo de los dos triciclos con motor que está usando la Policía Municipal por las zonas peatonales del corazón de la capital, los «segway»: vehículos de transporte personal eléctrico.
Su intención es combatir la venta ilegal ambulante realizada por los conocidos manteros e intervenir a requerimiento de cualquier persona que sufra algún robo, incidente o cualquier tipo de percance. Su misión es, básicamente, preventiva, ya que por la posición de los agentes, que van de pie, obtienen más visibilidad que cuando van en moto o caminando. Ello ayuda a combatir ciertos hechos delictivos mientras aumenta la sensación de seguridad de la población. Así lo explicó a ABC el oficial Óscar Gallo, Jefe de la Unidad Centro Sur del Cuerpo.
Esa es la función de los flamantes vehículos de apoyo a las intervenciones que realiza la Policía Municipal tanto a pie, en coche patrulla o en moto, que se enmarcan dentro del Plan Turismo del Ayuntamiento de Madrid. Forman parte de la renovación del parque móvil del Cuerpo, que incluyó también nuevos coches de la flota de color blanco con paneles luminosos informativos en varios idiomas. Su estreno se produjo en Navidad: el 20 de diciembre pasado y llevan rotulado en el frontal Police, indica Gallo.
Sólo existen en Madrid y Nueva York
«Aquí nos conocemos todos. Los malos son los mismos de siempre. "Trabajan" todos los días, como nosotros –ironiza–. Por ello, en cuanto ven a lo agentes salen pitando. Lo contrario sucede con las víctimas. Y es que te ven todos, por eso su función es doble».
Agregó que es un servicio ágil para el distrito y útil para los servicios de proximidad y peatonales, ya que permite acceder a espacios a los que es más difícil hacerlo con una moto convencional. Circula a la velocidad del paso humano y, aunque puede alcanzar una velocidad máxima de 25 kilómetros, no supera los 20.
Estos triciclos se mueven única y exclusivamente por las zonas turísticas, comerciales y peatonales del distrito Centro. «Sobre todo combatimos el "top manta", actuamos cuando nos avisan los comercios que sufren algún hurto o los bares cuando hay algún altercado o algún borracho, y ante cualquier persona (turista o nacional) que nos indica que le han robado», explica Eduardo Sánchez, subido en lo que, popularmente se conoce como «robocops».
Relata otras de las intervenciones más habituales que realizan. «Expulsamos a los rateros rumanos que están siempre pululando por la zona para robar móviles, tanto en la calle como en los bares y restaurantes, colocando un plano o un periódico». Agrega que acaba de decir a dos de ellos que abandonen la zona cuando iban a entrar en un local de comida rápida. Tanto Gallo como Sánchez explican que también hay mucho carterista de países del Este, así como magrebíes que practican el método del estragulamiento, pero a ellos es más difícil cazarles porque les ven.
La mayoría de las detenciones que realizan son por hurtos en comercios de prendas de ropa que no superan los 400 euros, lo que constituye una falta. «El otro día en una cadena comercial de moda de la calle de Preciados dos mujeres se llevaban prendas por valor de 100 euros». El asunto se resuelve con una multa que en la mayoría de los casos no abonan al ser insolventes. «Nosotros solo les podemos retener y avisamos a nuestros compañeros, que les trasladan a la unidad. Si son menores, se les pone a disposición de los Agentes Tutores y éstos los trasladan a la Fiscalía», indica Gallo.
Rubén Díez, su compañero, agrega que también controlan el acceso de los vehículos de carga y descarga a los comercios y hoteles y realizan intervenciones relacionadas con el consumo, como cuando algún local se niega a facilitar al cliente la hoja de reclamaciones. Para él, uno de los atractivos de su tarea «es atender a los turistas, tanto nacionales como extranjeros». Estamos permanentemente en contacto con ellos. Los fines de semana el centro se llena. Y la pregunta obligada de la mayoría es: "¿dónde está el Mercado de San Miguel?"». Y es que el 90%de los visitantes acuden a Sol, Plaza Mayor...
Ruta por la zona peatonal
Su ruta siempre es la misma: salen de la Unidad de Montera y patrullan de nueve de la mañana a diez de la noche. Se desplazan por el eje comprendido entre las calles de Montera, Puerta del Sol, Arenal, Preciados, Rompelanzas, Maestro Victoria, Plaza del Callao, Carmen y Tetuán. Autóctonos y foráneos no dejan de mirar los «robocops» a su paso. «Estamos más solicitados que la Pantoja. No paran de hacernos fotos», explican los agentes. Gallo, recalca que este modelo solo existe aquí y en Nueva York.
En otros lugares son de dos ruedas y se utilizan en centros comerciales, museos, aeropuertos... La Policía Municipal también los usó pero «eran más inestables». Han costado 13.000 euros pero el Ayuntamiento no ha invertido nada gracias al patrocinio.
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