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Sanitas indemnizará a una paciente con 200.000 euros por tres cirugías fallidas
La mujer sufre una secuelas físicas (dolor, incapacidad y trastornos motores sensitivos), estéticas (cicatriz) y psíquicas (padece un trastorno depresivo) por haber sido mal intervenida
Un traumatólogo de la aseguradora Sanitas deberá indemnizar con 200.000 euros a una mujer a quien operó de hernia discal en tres ocasiones en 2009 con una técnica quirúrgica incorrecta que le ha generado secuelas físicas, estéticas y psíquicas. Según la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 73 de Madrid, tramitada por el Defensor del Paciente, en ninguna de las tres intervenciones fue correcta la técnica empleada «ni existió el obligado consentimiento informado». La sentencia estima en su integridad la demanda contra el cirujano y contra la aseguradora Sanitas y les obliga a abonar a la paciente 205.647 euros mas los intereses legales.
La mujer, de 57 años, padecía una hernia discal lumbar que le generaba fuertes lumbalgias, motivo por el cual fue incluida en la lista de espera quirúrgica del Hospital público Príncipe de Asturias, pero ante el tiempo que debía esperar, un año, decidió acudir a un hospital privado, dice el Defensor del Paciente. Tras una primera operación, el 5 de octubre de 2009, la paciente debió regresar al quirófano once días más tarde, ante la mala colocación de un dispositivo intersomático.
En la segunda cirugía le fue cambiado el dispositivo por otro más grande y le fueron extirpados restos discales que habían quedado de la primera intervención, pero seis días más tarde, el 17 de noviembre, ante el «dolor insoportable» debió volver al hospital, doce detectaron un nuevo desplazamiento del dispositivo intersomático, lo que obligó a una nueva operación por el mismo traumatólogo.
En la tercera operación, el médico no pudo retirar el implante debido a la fibrosis existente, produciéndose un pequeño desgarro. La paciente fue intervenida en una cuarta ocasión en el Hospital público La Paz para la extracción definitiva del implante mediante una artrodesis lumbosacra.
Según la sentencia, la paciente, que sufre una secuelas físicas (dolor, incapacidad y trastornos motores sensitivos), estéticas (cicatriz) y psíquicas (está muy desanimada y trastorno depresivo), tendría ahora «bastante menos dolor e incapacidad de los que presenta» si hubiera sido intervenida correctamente en las tres primeras cirugías.