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«Tenemos a su hijo en nuestro poder»
La Policía alerta sobre falsos secuestradores que buscan por teléfono víctimas y les exigen el pago de 350 a 5.000 euros por la supuesta liberación del familiar
Una llamada telefónica y comienza el engaño. Normalmente, desde números ocultos. El objetivo, a través de empresas de envío de dinero, es conseguir un cobro rápido, antes de que se descubra que el secuestro no es real. «Tenemos a tu hijo en nuestro poder ¿Cuánto dinero podrías conseguir hoy para evitar que a tu hijo le cortemos los dedos de la mano?», amenazan los estafadores. Basta una frase así para que a cualquier padre se bloquee y acceda a la extorsión.
Más de una decena de personas han denunciado ya los hechos en distintas provincias, tras recibir llamadas telefónicas en las que les exigían de 350 a 5.000 euros por la falsa liberación de un familiar . «Les ponen grabaciones, les ponen a niños llorando, les hacen creer que su hijo corre peligro», cuenta Alberto Carba, jefe de la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional.
Normalmente eligen números al azar, cualquiera puede recibir este tipo de llamadas. «Hay veces que están llamando a las personas y les dicen que tienen secuestrado a su hijo y resulta que esa persona es soltera», explica Carba. Pero cuando logran saber, a través de Internet, de quién es ese teléfono, bucean, sobre todo en redes sociales, para intentar obtener más datos de la víctima potencial.
Los estafadores simulan el secuestro de un familiar o persona allegada para exigir el pago de una cantidad de dinero para la supuesta liberación. Los falsos secuestradores pueden llegar a obtener datos del entorno familiar de la víctima en las redes sociales para tratar de dar verosimilitud a la llamada.
El supuesto secuestrado, entre lamentos, pide el pago
El objetivo de los estafadores es convencer a la víctima de que el secuestro se ha producido en realidad. Para ello utilizan amenazas, presiones y hasta llegan a poner al teléfono al supuesto secuestrado para que, entre lamentos, reclame el pago del dinero para evitar que le hagan daño. El supuesto secuestrado habla poco y muy alterado con el objeto de dificultar a la víctima reconocer la voz, dado que en realidad se trata de una grabación o de un colaborador de los estafadores.
La llamada bajo amenazas se prolonga durante bastante tiempo con dos objetivos: evitar que la víctima pueda corroborar la veracidad de la información y por otro lado conseguir que realice un pago rápido. Para ello el estafador va dando instrucciones a la víctima para que transfiera el dinero o lo haga llegar a través de empresas de envío de dinero.
Objetivo: el pago rápido
Cuanta más información, mejor trabajan la historia y mejor recrean el secuestro. Por eso, lo más importante ante una llamada así es mantener la cabeza fría. «Primero, no entrar en pánico. Eso es muy difícil. Segundo, intentar comprobar esa llamada, que le aporte algún dato de vida. Y ante la duda, ya sea una estafa o algo real, lo que tienes que contar es con profesionales de la seguridad», recomiendan los expertos de la Policía. Lo más importante: denunciar.
Los agentes de la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Comisaría General de Policía Judicial ya han contactado con Interpol para tratar de averiguar el origen de las llamadas e identificar a los autores. Estos especialistas de la Policía Nacional recomiendan a los ciudadanos desconfiar de este tipo de llamadas y ante todo poner los hechos en conocimiento de la Policía, a través de cualquier comisaría o del 091.
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