«Richard, hijo mío, da señales de vida; esto me va a matar»
La madre del menor que desapareció tras recibir una paliza en una discoteca de Alcalá, dice que tiene un mal presentimiento
Destrozada. Sin poder contener el llanto. Así está Carmen Rainero García, de 43 años, desde la madrugada del pasado sábado cuando su hijo desapareció tras una pelea desatada en una discoteca de Alcalá de Henares.
Angustiada, relata para ABC lo que le han contado los acompañantes de su hijo, Richard Ángel, de 17 años, quien «salió esa noche, tras pedir permiso a su padre para ir a una discoteca. Nunca lo hacía, pero le dijo que tenía un cumpleaños, que pronto cumpliría 18 años, insistió mucho y él cedió. Fue una excepción porque no está acostumbrado ni a salir ni a beber».
El grupo acudió a un local, llamado Decano, desde Meco, en donde vive con su padre, pues la pareja está separada. En un momento dado, Richard, que había bebido en exceso, discutió y golpeó a una chica. Esta avisó a su novio, quien, con ayuda de siete personas más, le dieron una paliza.
«Nadie llamó a la Policía»
Los amigos del menor, según le han explicado, lograron separarle de sus agresores y él salió corriendo. Ya no le volvieron a ver más. Eran las cuatro de la madrugada. Después, un amigo de Richard encontró su carné de identidad tirado en el suelo. Ni rastro de la cartera ni del móvil. «No entiendo nada. Si mi hijo estaba bebido y le habían golpeado entre tantos, si estaba tan mal, no pudo salir de ahí por su propio pie ni desaparecer de repente. Tampoco entiendo cómo nadie llamó a la Policía ni que apareciera el DNI solo, surgido de la nada, sin el dinero ni el abono transportes».
Las versiones de los amigos de su hijo varían. «Unos dicen que hubo dos peleas, otros que una; unos que empezó en la discoteca y acabó fuera, otros que pegaba a todos... Mi cabeza no para de dar vueltas. Deseo que acabe esta pesadilla de una vez», exclama.
«Era la primera vez que salía de noche. Dijo que tenía un cumpleaños»
«Richard, hijo mío, da señales de vida. Estoy destrozada. Esto me va a matar», dice Carmen con voz ahogada. «Aparece, que te queremos un montón. Tienes tres hermanos, el pequeño de seis años, al que tenemos abandonado desde que no sabemos de ti». Carmen se derrumba por momentos y dice que tiene un mal presentimiento. Que a su hijo le ha pasado algo muy grave si no es terrible y no es que quiera perder la esperanza».
«Él no tendría miedo de regresar ni de recibir ninguna regañina por ir borracho Nos contaría cualquier problema a mí o a sus hermanos como siempre hacía. Algo malo ha pasado».
Noticias relacionadas