Una grúa vuelve a colocar en su sitio la estatua del Oso y el Madroño de Sol
Los técnicos del Ayuntamiento de Madrid trabajan para recomponer la simetría de la base de la célebre estatua con el escudo de la capital que apareció desplazada del pedestal
La grúa del Ayuntamiento de Madrid se ha llevado a primera hora de la mañana la célebre estatua del Oso y el Madroño de la Puerta del Sol. Los técnicos del Consistorio han actuado para recomponer la simetría de la base que apareció el pasado viernes desplazada unos diez centímetros de su sitio original por un golpe. Tras sellar bien las losas en el lugar correcto, el brazo mecánico ha devuelto a su sitio al emblema de la capital.
Todavía se desconocen las causas que pudieron originar este desplazamiento. Aunque el gran peso de la peana de piedra –de unos 2,50 por 2 metros de base y unos 80 centímetros de altura solo la parte movida– haría difícil pensar que un grupo de personas pudiera haberla desplazado a pulso, el pedestal no tiene marcas que indiquen que haya podido sufrir la colisión de alguno de los vehículos que tiene autorización para entrar en la zona peatonal en que se encuentra. Ésta puede haber sido la primera vez que alguien intenta por su cuenta mover la escultura con el símbolo del escudo de la capital de España, que en todo caso ha estado en dos ubicaciones diferentes de la plaza como consecuencia de las reformas realizadas allí en los últimos treinta años.
En 1984, el Oso y el Madroño fue ubicado en la confluencia de la calle del Carmen con la Puerta del Sol, prácticamente en el centro de la plaza, pero fue en octubre de 2009 cuando fue situado en su actual emplazamiento tras la remodelación que siguió a la construcción de la estación de Cercanías en el subsuelo de la plaza.
La web municipal monumentamadrid.es señala que la estatua data de 1966. Para materializar los símbolos ya tópicos de la ciudad de Madrid, explica, el 19 de enero de 1967 se inauguró, en el mismo lugar en que estuvo la fuente de la Mariblanca –prácticamente donde está ahora– una escultura realizada por Antonio Navarro Santa Fe que representa el oso y el madroño, figuras procedentes de las armas que adquiere la Villa, oficialmente, en 1967, aunque nacidas de una remota tradición.
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