Policías bajo la «presión estadística»
Creen que los cinco policías de Carabanchel acusados de alterar pruebas «trasplantando» huellas querían mejorar resultados
Impera el silencio en el círculo policial tras filtrarse la detención y puesta en libertad de los únicos cinco policías del grupo de Científica de Carabanchel acusados de alterar pruebas en inspecciones oculares. Los agentes ponían huellas de determinados delincuentes en el lugar donde se había cometido, por ejemplo un robo, y daban así por resuelto el caso.
Existe secreto de sumario para esta investigación que lleva el Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid a raíz e una denuncia interpuesta por la Brigada Provincial de Policía Científica de Madrid por alteración de procedimiento. «Hay que esperar a ver qué hay detrás», afirman unos sin quererse mojar. Aunque para otros, la única lógica a estos presuntos delitos de falsedad documental –que les puede acarrear a los acusados hasta penas de prisión, además de ser suspendidos de empleo y sueldo– pueden estar relacionados con «la presión estadística de los de arriba».
Los cinco policías detenidos «trasplantaban» presuntamente huellas de delincuentes, algunos en prisión, a objetos que recogían en escenarios de delitos como casas donde se había perpetrado un robo. Fuentes de la investigación indicaron a Efe que las prácticas fraudulentas que se están investigando consistían en dejar huellas de delincuentes, viejos conocidos de la Policía –algunos también de otras provincias– a pruebas que esos policías encontraban en un domicilio o local que había sido robado.
Comisaria destituida
Las investigaciones sobre este asunto las lleva la Brigada Provincial de Policía Judicial. Se centran ahora en determinar no solo el móvil de estas supuestas actuaciones irregulares, sino desde hacía cuánto tiempo podían estarse cometiendo. No se descartan más detenciones. La máxima responsable de esta comisaría de Carabanchel, Gloria Martínez Arriaga, fue destituida de su puesto en diciembre cuando había constancia de la supuesta implicación de sus agentes a su cargo en la alteración de pruebas.
El caso tiene consternado a la Policía, donde se vive un gran malestar por el supuesto proceder de unos compañeros adscritos a una unidad tan prestigiosa dentro del cuerpo como en otros países como es la Científica, cuyos análisis son la base objetiva de las investigaciones. Los agentes de Científica no investigan casos «importantes» sino asuntos menores propios de un distrito como robos con fuerza en viviendas o butrones.
Estadísticas dispares
Las estadísticas policiales no se ajustan con la realidad. Es algo que reconocen fuentes policiales de diferentes comisarías.Las cifras del año siguiente tienen que ser mejor que las del anterior. El secretario general y portavoz del Sindicato Independiente de Policía Española (SIPE), Alfredo Perdiguero , es de los pocos que se atreve a afirmar este hecho apareciendo su nombre públicamente.
«Basta como ejemplo la estadística policial con la de la Fiscalía, que no coinciden. Como tampoco coincide lo que ocurre en el día a día de una comisaría con lo que se plasma en las estadísticas. Hay presión para hacer actas e identificados», señala. «Aun así, nada justifica este hecho tan grave y excepcional que se ha producido», sentencia Perdiguero.
Pese a la indignación del sector, se pide contundencia contundente ante cualquier tipo de irregularidad que se pueda cometer en el seno del cuerpo y que se adopten las medidas oportunas para que el trabajo de miles de agentes no quede en entredicho.
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