Teresa Romero reconoce que no informó a la médico del contacto con paciente de ébola
La auxiliar y la médico de familia han llegado a un acuerdo después de que la médico de familia advirtiera que se querellaría contra Romero si no se retractaba
La auxiliar de enfermería Teresa Romero y la médico de familia que la atendió en un centro de salud de Alcorcón han llegado hoy a un acuerdo de conciliación después de que la primera haya reconocido que no informó a la doctora de que había estado en contacto con pacientes con ébola.
Romero ha aceptado íntegramente la declaración de la doctora y ha reconocido, en un acto de conciliación en los juzgados de primera instancia del municipio, que en ningún momento rebasó el umbral de fiebre fijado en 38,7 grados.
Antes de la reunión, la letrada de la médico de familia advirtió de que su representada se querellaría contra la sanitaria si esta no se retractaba de las declaraciones en las que aseguró que había informado a la facultativa de que había tenido contacto con pacientes contagiados del virus.
A la salida del acto, Romero ha leído el escrito en el que se ha fijado el acuerdo entre las partes -que anteriormente había leído la abogada de la médico-, en que el admite, efectivamente, que no superó el umbral de fiebre que obligaba a activar el protocolo contra el ébola y que no había informado a su médico de cabecera de que había tenido contacto con los pacientes.
«Retractarse de forma pública»
La auxiliar de enfermería, que no ha realizado más declaraciones, ha leído el comunicado pese a que su marido, Javier Limón, había indicado de forma previa que él hablaría en nombre de su mujer porque ésta no se encontraba bien.
Romero ha dado lectura al texto porque la abogada ha recalcado a la salida del acto de conciliación, en la puerta del juzgado, que el acuerdo establece expresamente que debía retractarse de forma pública.
«Mantener la honorabilidad»
Tras la lectura del texto, Javier Limón ha apostillado que su mujer ha decidido retractarse porque no quiere faltar a la honorabilidad y profesionalidad de su médico de cabecera de toda la vida, ni crearle un perjuicio profesional.
Limón ha añadido que, aunque Romero rectifica sus declaraciones previa sobre lo acontecido en la consulta en el centro de salud, ella creía realmente haber informado a la médico durante la consulta, aunque entonces sus condiciones de salud no eran buenas.
La abogada de la doctora ha advertido de que, si la auxiliar de enfermería vuelve a negar los hechos en adelante, volverá a poner en marcha el proceso judicial.
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