El presunto pederasta de Valdemoro se defiende diciendo que le engañó la Policía
El juicio contra el monitor de ciclismo por delitos de abuso sexual y grabaciones pornográficas ocultas en su casa a menores ha arrancado hoy. Pide la anulación de registros en su domicilio
El monitor del club de ciclismo «Cien Promesas», Javier G-V. S . de 49 años y residente en Valdemoro, invitaba a sus alumnos a que se ducharan en su casa después de los entrenamientos por la localidad y Ciempozuelos. Allí ocultaba cámaras de vídeo donde les grababa desnudos, les ponía vídeos pornográficos para que se masturbaran y alguno de ellos le llegó a masajear y a instarle a que se tocara mientras le fotografiaba «como un paparazzi». Así lo recoge el informe de calificaciones provisionales. Sus vídeos los compartía en redes pedófilas. Incluso llegaba a ofrecer dinero a los chicos para que se dejaran fotografiar.
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Fue a través de la investigación policial internacional denominada como «operación Spade» donde cayeron numerosos pedófilos en 2012, entre ellos Javier G-V., quien ya había sido condenado en 1994 por un delito contra la libertad sexual.
Línea de defensa clave para las pruebas
La sección quinta de la Audiencia Provincial de Madrid ha arrancado este lunes a puerta cerrada el juicio contra este presunto pederasta, quien ha negado los hechos que le incriminan. La defensa ha pedido la anulación de la entrada y registro al domicilio del acusado porque se hizo sin la presencia de un abogado. Allí la Policía encontró 11 discos duros con diverso material pornográfico con menores. De conseguir la anulación, no habría pruebas para inculpar a Javier salvo los testimonios de las doce víctimas. «La Policía me engañó», ha declarado Javier en el juicio, quien ha denunciado que no le informaron de que estaba detenido cuando le fueron a buscar. El presunto delincuente se ha centrado en su discurso en que su detención fue ilegal y que se hizo sin presencia de su abogado. Además, ha alegado que pasó muchas horas en comisaría.
Una parte de los menores han ratificado sus versiones este lunes, quienes han vuelto a atestiguar que no sabían que se les estaba grabando mientras se aseaban. Este martes prestarán su testimonio el resto de jóvenes. El juicio, a puerta cerrada, continuará en sesiones matinales hasta el próximo viernes.
Catorce delitos y 89 años de prisión
Se acusa a Javier de nueve delitos continuados de utilización de menores para la elaboración de material pornográfico, dos delitos continuados contra la intimidad, tres delitos continuados de abuso sexual, cuatro delitos de exhibición de material pornográfico y un delito de posesión de material pornográfico. La Fiscalía solicita para el procesado una pena total de 89 años y dos meses de prisión.
Las imágenes de sus grabaciones se centraban especialmente en sus órganos genitales, así como de menores de edad masturbándose o posando en actitudes eróticas. La única finalidad de estos vídeos, según la Fiscalía, era la satisfacción sexual del acusado con su visionado. La filmación o fotografías de los menores en tales condiciones la ha venido realizando el acusado desde antes de 1994.
El acusado se encuentra en una situación de prisión provisional por estos hechos en virtud del auto de fecha de 27 de junio de 2012.