Curiosidades de Madrid
El origen de las antiguas placas cerámicas que numeran las manzanas de Madrid
Están situadas junto a los nombres de las calles más singulares del casco antiguo de la capital. Su historia se remonta a 1740
Son de porcelana blanca y algunas de ellas están marcadas por una cruz. Pasan desapercibidas para la mayoría de los transeúntes y se han conservado en alguno de los edificios más antiguos del barrio de los Austrias de Madrid. Su origen se remonta a 1740, cuando Fernando VI mandó realizar un censo de las casas de la capital para facilitar la recaudación de impuestos en una ciudad entonces caótica y desordenada.
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Se ordenó su creación para realizar la llamada Visita General de Regalía de Aposento. Una iniciativa con la que las autoridades que regían Madrid a finales del siglo XVIII pretendieron obtener una relación detallada de las casas y manzanas que había. Del estudio sobre la traza urbana de la ciudad resultó que había 557 manzanas y 7049 casas. En 1765 se numeraron con estas placas de porcelana todas esas casas y manzanas. Se colocaron con el rótulo «Visita G. nº ...» y «Casa nº ...». A pesar del intento por ordenar el espacio urbano, se cometieron errores, duplicando la numeración de algunos edificios.
Planimetría General de Madrid
Para poder llevar a cabo este catastro –que se denominó Planimetría General de Madrid– se utilizó el plano de Pedro Teixeira (1656), el único fiable de los que existía. Las manzanas se numeraron de sureste a noroeste, desde el número 1 (el Hospital General en Atocha) hasta la 557 (las propiedades del Príncipe Pío, en Moncloa). Un trabajo que llevaron a cabo cuatro arquitectos que, además, recogieron todos los nombres de las calles existentes en la época.
El resultado final de la Planimetría General fue la confección del plano de Espinosa de los Monteros en 1769, «el segundo mejor después del de Texeira», según explica María Isabel Gea en el Diccionario Breve de Madrid.