Los empresarios de la noche, contra la reapertura de la discoteca Moma

La reapertura de la discoteca Moma anoche con el nombre de Opium Madrid, a pesar de la orden de clausura que le impuso hace algo más de un año el Ayuntamiento de Madrid por quintuplicar el aforo -una falta muy grave, junto a una multa de de 300.506 euros, las sanciones máximas establecidas- y que expirará en diciembre de 2015, ha reavivado viejas heridas en el sector del ocio nocturno.

Aunque el consistorio «haya cambiado de criterio inopinadamente en el último momento y diga que sí puede reabrir el local aunque mantenga la misma actividad pues ha reorganizado el espacio interior, es falso», indican varios empresarios del sector que no quieren dar sus nombres. «Solo puede hacerlo con una actividad ajena a las reguladas en la Ley de Espectáculos, es decir, si monta una papelería o una tienda de ropa», aseguran.

Así, apelan a lo que establece la Ley 17/1997, de 4 de Julio, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (Lepar). En ella se dice: «A un local que tiene una orden de clausura o precinto ejecutado por incumplimiento del apartado 11 del artículo 37 no se le puede conceder una nueva licencia de actividad distinta de la que disponía por el hecho de que la solicite una persona o sociedad (como es el caso) que no tenga relación alguna con los hechos por los que se impuso la clausura del local. Esa persona o sociedad no podría implantar una actividad incluida en el catálogo de la Lepar».

«Con esa sala que ahora gestiona el directivo del Barça Javier Bordas se está incumpliendo y retorciendo la normativa». No obstante, solicitan al Ayuntamiento de Ana Botella que utilice el mismo criterio con Stella y otras discotecas clausuradas tras las inspecciones masivas realizadas a raíz la tragedia del Madrid Arena.