El hombre atacado por los pitbull en Torrelaguna mejora tras la operación

El hombre atacado este lunes por tres perros pitbull en Torrelaguna está estable y evoluciona favorablemente de sus heridas en Hospital de La Paz de Madrid, ha informado un portavoz del centro médico. El paciente, J.M.V.T., de 48 años de edad y conserje del Ayuntamiento de Torrelaguna, fue sometido a una intervención en la Unidad de Cirugía Plástica, en la que los médicos le eliminación del tejido dañado y le cerraron las heridas.

El hombre entró al hospital en una UVI del Summa-112, cuyos . sanitarios atendieron primeramente al joven, que presentaba varias mordeduras faciales, con arrancamiento en la mandíbula, en la cara y en el cuero cabelludo, además de en la rodilla derecha.

Por su parte, la Guardia Civil ya ha trasladado a los canes al Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad de Madrid, situado en Colmenar Viejo, donde comprobarán su documentación y donde permanecerán en cuarentena a disposición del juez que lleva el caso, ha informado un portavoz de la Comandancia.

La Guardia Civil prosigue la investigación de lo sucedido. Según ha narrado la víctima, el ataque tuvo lugar minutos antes de las 17 horas del lunes en el camino de las Párcenas que une Torrelaguna con Patones. Se encontraba caminando por la zona, como de costumbre, cuando, de repente, se le abalanzaron tres perros de la raza pitbull. Afortunadamente, el responsable de los canes, que vive en Patones, estaba cerca y, ante los gritos, acudió en su ayuda y los apartó. Los perros habían sido trasladados en una furgoneta.

El dueño de los pitbull fue detenido el mismo lunes pero luego salió en libertad con el cargo de lesiones graves por imprudencia. En un primer momento la investigación la asumió la Policía Local de Torrelaguna, que derivó el caso a la Guardia Civil, que no le constan denuncias o ataques previos de los perros.

Los agentes de la Benemérita tratan ahora de averiguar si, tal y como marca la legislación, los animales figuran en el registro municipal de razas peligrosas, con su correspondiente seguro de responsabilidad civil. El dueño tendrá también que dar cuenta de por qué no iban con bozal y correas rígidas, según indican las normativas, y por qué iban los tres juntos y sueltos, cuando deben ir por separado y fuertemente atados.