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Ángeles Rodríguez, «la abuela rockera» que preside Vallecas
La primera estatua de personaje popular homenajea a una mujer que se aficionó al «heavy» cuando ya tenía nietos. No se perdió un concierto de AC/DC en la Canciller y fue portada de un disco
Ángeles Rodríguez Hidalgo (1900-1993) no fue una reina ni una heroina caída en batalla, fue una mujer común y corriente que se aficionó a los sonidos y ambientes metaleros cuando ya tenía nietos. Un año después de su muerte, se colocó una escultura en honor a «La abuela rockera» en la avenida de Peña Gorbea, en el distrito de Puente de Vallecas. Este fue el primer homenaje de bronce que se dedicó a una personalidad de la cultura popular.
Viuda desde los 41 años y con cinco hijos, trabajó de asistenta y en la Caja Postal. Para esta mujer la juventud y la rebeldía rockera comenzó hace dos décadas, cuando acudió con su nieto a un concierto de música «heavy metal». Desde entonces cambió la copla española por las baterías y guitarras eléctricas. Descubrió las motos de gran cilindrada y vibró desde la primera fila en todos los conciertos de AC/DC en Madrid como un aficionado adolescente más. Solo la sordera le obligó a despedirse de los principales festivales del calendario.
Se hizo habitual del programa radiofónico de Paco Pérez Bryan «El búho». Allí conoció a Ramoncín y a Luz Casal. Empezó a alternar en ambientes para rockeros iniciados. Los martes de madrugada participaba en el programa «La radio de las sábanas blancas», que dirigía José Manuel Parada en Radio Cinco. También fue protagonista de varios programas de televisión. La serie «Vivir cada día» dedicó un capítulo a sus andanzas. Incluso, desde 1989, tuvo una sección, «Abuela Consulta», en la revista Heavy Rock.
Se despidió la mañana del 8 de diciembre, por una insuficiencia respiratoria y cardiaca, en el hospital madrileño de La Princesa. Su cuerpo dejó de bailar tras un mes de penurias, pero todos quisieron recordarla con la fuerza de la que siempre hacía gala con más de ocho décadas a sus espaldas. Es la de ella vestida de heavy, con la chupa de cuero, las tachuelas y los cuernos, la que fue la portada de un disco de losPanzer.
La artista Carmen Jorba modelo este busto de bronce, que es uno de los escasos monumentos que hay en España que recuerda a una personalidad de la cultura popular. El dinero para erigir esta estatua fue recaudado como no podía ser de otra manera: en un concierto en la sala Canciller, en San Blas, el templo del rock en Madrid.