tribunales
El juez del Madrid Arena mantiene la imputación al número dos y tres de Flores
Rojo «escuchó que se iba a abrir el portón de emergencias» y no se opuso, dice el magistrado. Morcillo colocó las barras, muchas de las cuales tapaban las salidas y abrió otra vía de evacuación
El juez del caso Madrid Arena ha rechazado levantar la imputación de Santiago Rojo, y Miguel Ángel Morcillo, segundo y tercero en Diviertt, respectivamente, tras el principal procesado en la causa, Miguel Ángel Flores, el promotor de la fiesta de Halloween en la que perdieron la vida cinco jóvenes en 2012.
El titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López-Palop, desestima los recursos de reforma presentados por la defensa de ambos, que fueron impugnados por los abogados de las víctimas, la acusación popular que ejerce el sindicato Manos Limpias y la Fiscalía.
López-Palop considera que «existen indicios racionales y suficientes» para mantener la imputación de Santiago Rojo y Miguel Ángel Morcillo, informa Efe.
El juez argumenta que tanto el director general de Diviertt y «número dos» de la organización, Santiago Rojo, como el «número tres» de la empresa, Miguel Ángel Morcillo, tras Miguel Ángel Flores, tuvieron «necesariamente» que conocer que se habían puesto a la venta un número de entradas «muy superior» al autorizado, sin que conste que ninguno de ellos se opusiera a este hecho.
Además, señala que Rojo escuchó a Francisco del Amo, coordinador de Proyectos de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), en una llamada telefónica decir que se abriera el portón de emergencias, que estaba habilitado para el tránsito de mercancías, pero no para la entrada de personas, sin mostrar su disconformidad con esta medida.
«Afán de lucro obsceno»
Si Rojo era consciente de que existía «un enorme sobreaforo» y conocía que el portón de emergencias no estaba habilitado para la entrada de personas, podía inferir que el acceso de jóvenes de forma «multitudinaria y confusa» en la pista central que ya estaba sobresaturada, «lo único que podía hacer era agravar la situación, como desgraciadamente, así fue», destaca López-Palop.
La venta excesiva de entradas, que conducía a que se produjera un sobreaforo, tenía como finalidad un afán de lucro que califica de «obsceno» por «poner en peligro la vida de miles de jóvenes».
Asimismo, el magistrado apunta que Morcillo era responsable de las barras de suministro de bebidas, que bloqueaban total o parcialmente la mayoría de salidas que deberían haber servido para la evacuación de la pista central, y fue reconocido como la persona que abrió las puertas del «muelle mónico», que era una vía de evacuación.