Un presidente «modelo»
José Ignacio Echeverría, dirigente de la Asamblea, ha posado como santo para una iglesia y jinete en Las Ventas

Será tal vez por su físico, atemporal y de corte clásico, pero el presidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echeverría, se ha convertido en modelo de piezas artísticas en más de una ocasión. Fue elegido por su compañero de filas y excompañero también en el Gobierno municipal madrileño, José Gabriel Astudillo, político y pintor, para ponerle cara a un san Felipe que luce en la iglesia de san Andrés. Y también ha sido modelo de uno de los picadores que conduce a los toros en «El Encierro», el grupo escultórico que decora el entorno de Las Ventas.
En el caso del San Felipe, el pintor le eligió – como hizo con otros compañeros del PP como José María Álvarez del Manzano – para dar sus facciones al personaje en un cuadro. Era, dijo, «una forma de reconocer mi amistad y admiración por ellos».
Pero no es la única vez que Echeverría ha sido elegido como modelo: su físico también sirvió de referencia al escultor cuando realizó, algunos años antes, el conjunto escultórico Luis Sanguinoco en bronce «El Encierro», que se encuentra instalado en el muro de contención que sustituyó al antiguo talud ajardinado en el entorno de la Plaza de Toros de Las Ventas.
Picador de toros
Este monumento fue inaugurado por el alcalde madrileño José María Álvarez del Manzano el 14 de mayo de 1994, cuando Echeverría era el concejal de Urbanismo de la capital. Es un enorme altorrelieve en bronce, cuyas figuras se recortan directamente sobre el muro de granito pulido que le sirve de soporte. Refleja el encierro de nueve toros –uno solo en cabeza, seis agrupados en tres parejas de dos en fondo, y otros dos en solitario al final– que son conducidos por dos picadores a caballo, vestidos con traje campero, situados en los extremos.
El de delante se toca con gorra y levanta la pica mirando hacia atrás, sin perder de vista al ganado que conduce. Su compañero, el último de la fila, se toca con sombrero cordobés y mira hacia los toros. Es para éste para el que posó Echeverría, explicaron a ABC fuentes de la Asamblea madrileña.
Sanguino es autor de otras piezas relacionadas con el mundo del toro, como el monumento a Antonio Bienvenida y al Yiyo, junto a la plaza, o el de Manolete, en la calle de Alcalá.
Noticias relacionadas