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Mulas para limpiar el Parque Nacional de Guadarrama
La Comunidad usa estos animales para retirar los restos de una avioneta que se estrelló hace 34 años
Son dóciles , fuertes y están acostumbradas al arrastre de madera . Son dos mulas venidas de Valsaín . Se llaman «Romerales» y «Conejo». Ayer, cada una cargó a sus lomos cien kilos de chatarra perteneciente a una avioneta que se estrelló hace treinta y cuatro años en el Collado de las Guarramillas, en las cumbres del Parque Nacional de Guadarrama . Tardaron poco menos de media hora hacerse un trecho de unos tres kilómetros, cuesta arriba y en medio de pedregales.
La operación, supervisada por el consejero de Medio Ambiente, Borja Sarasola, forma parte del Plan de Extracción de Residuos del Parque Nacional de Guadarrama. Al ser, básicamente, un entorno con la máxima protección ambiental , las cumbres de esta sierra sólo se limpian con medios de «bajo impacto» . Es decir, nada de vehículos ni máquinas para llegar a terrenos de difícil acceso. Mejor con animales de carga, como antaño.
Y así se hizo ayer. La avioneta se estrelló el 27 de diciembre de 1980 en el Collado de las Guarramillas, muy cerca de la Bola del Mundo y del Ventisquero de la Condesa. Allí donde nace el río Manzanares.
ABC , en su edición del 30 de diciembre de 1980, daba la noticia : «Aviador desaparecido» . Se relataba que «toda la fuerza libre e servicio de la Guardia Civil de las Comandancias de Madrid y Segovia participa en la búsqueda de la avioneta que pilotaba el oftalmólogo burgalés José Antonio Alonso Bañuelos, campeón de España en la Aéreas de este año, que desapareció el sábado por la mañana cuando se dirigía desde Burgos a Madrid para mantener una reunión con miembros del Aeroclub sito en Cuatro Vientos».
En la misma noticia de nuestro periódico se reseñaba: «Durante las operaciones de búsqueda, un helicóptero del Ejército del Aire tuvo que efectuar un aterrizaje forzoso y el sargento que lo pilotaba, Quintiliano Ortiz López, resultó herido, teniendo que ser trasladado al hospital».
Treinta y cuatro años después, la Comunidad de Madrid ha terminado que retirar los restos de aquella avioneta. Contaba ayer Juan Vielva , naturalista y gran conocedor del Parque Nacional madrileño, que el día del trágico suceso hacía «malísimo» y que a la aeronave «se le congelaron las alas » al cruzar el Ventisquero de la Condesa. El aparato perdió el control fue a estrellarse en el punto exacto que se conoce como la Fuente de la Teja . Las dos mulas, «Romerales» y «Conejo» subieron a sus lomos los últimos restos del fuselaje, que irán a parar a un centro de reciclaje.
El Plan de Extracción de Residuos del Parque de Guadarrama se puso en marcha hace un año, coincidiendo con su máxima protección medioambiental. Ya se han retirado 30 toneladas , la mayoría en los puntos de Cuerda Larga y en cotas de 2.000 metros.
El departamento que dirige Borja Sarasola ha señalado que el tipo de residuos que se retiran en el Parque Nacional es variado. Desde escombros y chatarra tecnológica (antenas, planchas metálicas y de fibra de vidrio), hasta restos de construcciones antiguas y residuos sólidos urbanos.
En la mayoría de los casos, se trabaja en zonas con una orografía complicada que hace difícil el acceso, como corresponde a la alta montaña.