Miles de jóvenes, «toreados» en un capea

Los afectados han denunciado a la empresa organizadora por haberles dejado «tirados» a 62 kilómetros de la fiesta. La Guardia Civil investiga si tenían los permisos pertinentes

s.l.

Cientos de jóvenes fueron literalmente abandonados en la noche del sábado en una finca a 62 kilómetros de Madrid, en la que la firma de ropa «Mr. Hapiness» había organizado una capea para tres mil personas que, previo pago de una entrada de 20 a 40 euros, tenían garantizado el transporte hasta la finca tanto de ida como de vuelta, así como cena y la salida de vaquillas. La asistencia desbordó a los organizadores y a las tres de la mañana, una hora más tarde del horario previsto, cerca de mil jóvenes permanecían en el lugar, que los responsables de la organización habían ya abandonado.

«La capea consistió en dos vaquillas a las dos de la tarde», relata una asistente, hora en la que buena parte de los que habían comprado su entrada se encontraban aún en Madrid, esperando un autobús que les llevara a Fuentidueña de Tajo, en una de cuyas fincas se celebraba la capea, que, al parecer, no contaba con los permisos pertinentes. En los casos más extremos, esos autobuses de ida salieron tres horas más tarde de lo previsto. A este caos para el viaje de ida se unió la dificultad para conseguir la prometida comida una vez en la capea. «Para conseguir algo de comer», explica otro de los asistentes, «había codazos porque no llegaba para todo el mundo. Yo pillé una barra de pan para los cinco amigos que fuimos».

El evento, al que seguían llegando jóvenes a las nueve de la noche, se prolongó hasta más o menos la 1 de la mañana. A esa hora, cientos de personas hacían cola para subir a los autobuses que debían devolverles a Madrid. A las dos, cuando en teoría debía comenzar la vuelta hacia Madrid, alrededor de mil jóvenes permanecían en la finca y quedaban a la espera de más autobuses que los recogieran, como habían prometido los organizadores antes de abandonar la finca en los primeros autobuses.

La Guardia Civil, ante la que fueron denunciados los hechos, organizó tras sucesivas llamadas y varias horas de espera un gran despliegue para la salida –a pie– de los jóvenes desde la finca hasta Fuentidueña de Tajo, a más de dos kilómetros, desde donde pudieron regresar a Madrid.

Los jóvenes, exhaustos y ateridos después de toda la madrugada a la intemperie, lograron en algunos casos ponerse en contacto con sus familiares, que acudieron en coches particulares a recogerlos. El resto, fueron conducidos a los autobuses de línea que unen la localidad con la capital o tomaron taxis para llegar a Madrid, los cuales no bajaban de los 100 euros.

Por su parte, la organización se ha pronunciado un día después del evento mediante un comunicado publicado en la red social Facebook. En él se exculpan alegando que fue responsabilidad de la empresa de transporte –quienes han desmentido estas acusaciones–. Mientras, los afectados están formalizando sus denuncias, y la Guardia Civil ha comenzado ya a investigar lo sucedido.

Miles de jóvenes, «toreados» en un capea

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