Lotería de Navidad 2019

Décimos en la lavadora y perdidos: historias de premiados con mala suerte

Hay quienes han ido a cobrar su premio cuando ya ha pasado el plazo, quienes han destrozado su boleto con disolvente o acetona y quienes han soñado con un número galardonado pero no han podido hacerse con él

Sorteo de la Lotería de Navidad 2019 en directo

Las propietarias de la administración de Lotería número 0 de Santiago de Compostela festejan el haber dado por terminal un décimo del 3347 que ha sido el número agraciado con el primer premio de la Lotería Nacional en 2018; una historia muy diferente a las de este artículo EFE/Xoán Rey

ABC

En la página 17 de la edición de ABC del 23 de diciembre de 1949 , se cuenta la historia de un malagueño que, a pocos días del sorteo, soñó que el Gordo de la Lotería de Navidad caería en el número 55.666. Confiando en su instinto, se trasladó a Madrid para hacerse con el ansiado décimo ; sin embargo, una vez allí, se llevo un chasco: «Los billetes de las cinco series adquiridas en la Administración de Loterías número 65, de la calle de Espoz y Mina, por el presidente de la Asociación Benéfica del Cuerpo de Correos, habían sido enviados a varias estafetas de provincias», contaba este diario.

El señor Tudela, en efecto, había mandado los décimos en participaciones de 5 y 10 pesetas a las localidades de Toro y Benavente (Zamora), Alagón (Zaragoza) y Dos Caminos (Bilbao). «Hace dos días se presentó en las oficinas de la Asociación un señor solicitando con insistencia alguna participación del 55.666. Según afirmó, tenía la corazonada de que resultaría premiado con el Gordo, y había venido desde Málaga expresamente para adquirirlo. No logró su propósito, porque dicho número había sido ya remitido a las localidades mencionadas», expuso ante los medios.

El número salió premiado con 15.000.000 de pesetas. Fue comprado en Madrid, pero que no favoreció a ningún madrileño, ni tampoco al desafortunado malagueño protagonista de esta historia.

Otro que se vio tocado por la mala suerte –y al que la buena fortuna le pasó aún más cerca– fue Rodrigo Zavaleta , a quien un despiste le jugó una muy mala pasada: fue a cobrar el décimo premiado después de la fecha límite establecida oficialmente. Lo encontró un día después. El anciano, de 85 años, sabía que le había tocado, pero no recordaba dónde lo había guardado. Y cuando dio con él, ya era tarde.

Boletos destrozados

Cada año no son pocos los premios que se reclaman sin el correspondiente décimo. La mayoría de las veces, sus dueños lo han perdido, aunque también hay casos en los que el boleto se ha estropeado. Son unos 60 décimos por año los que sufren daños de este tipo. En el 90% de los casos, los décimos se han metido en lavadora con el consiguiente deterioro, aunque hasta la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre han llegado resguardos afectados por disolvente, acetona del pintauñas o destrozados entre la basura.

Otro ganador, de apellido Urroz , fue uno de los que metió el boleto en la lavadora junto a los pantalones. No es el único. En el Sorteo de Navidad de 2011, por ejemplo, se restauraron y peritaron 29 décimos de la Lotería de Navidad ganadores , otros 17 de la de El Niño y 16 más de otros sorteos que había sufrido daños y estaban irreconocibles. En algunos de estos casos, si se demuestra que el supuesto ganador ha comprado y perdido el décimo y nadie lo ha cobrado, recibirá el premio.

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