lotería de navidad
El primer quinto premio, el 46.984, viajó en AVE por media España desde la madrileña estación de Atocha
La mayoría de los 8 millones repartidos en uno de los ocho quintos premios se vendieron en ventanilla a viajeros de paso y a una empresa que compró unos décimos para sus empleados
Como el AVE, el 46.984 fue el primero en salir en el sorteo de la Lotería de Navidad . Uno de los ocho quintos premios era el encargado de abrir la caja de las alegrías a las 10:18 de la mañana, de la mano de Lorena Stefan y Nicole Valenzuela, que eran las encargadas de cantarlo. El número, dotado con 60.000 euros la serie y 6.000 el décimo, ha sido vendido íntegramente en la administración de Lotería de la Estación de Atocha, en el local 3, en la planta baja.
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A pie de administración, Francisco Javier García Moya, esperaba con su hermano que se acercase alguno de los posibles premiados para compartir las botellas de cava preparadas. Pero sin confiar demasiado en que los agraciados con parte de los 8 millones de euros que asegura que ha repartido se dejasen caer por allí porque «la mayoría del número se ha vendido en ventanilla a viajeros de paso y a una empresa que lo cogió para sus empleados». Al final, los espumosos se abren, pero para hacer la foto y grabar imágenes, y para darle un puntillo de alegría a la prensa presente, que ha hecho compañía toda la mañana.
1.300 décimos vendidos y 30 series devueltas
Francisco Javier, que ha vendido más de 1.300 décimos de este quinto premio y ha devuelto unas 30 series, se enteró de que había dispersado la suerte de uno de los quintos premios por media España cuando regresaba de unas gestiones en el banco. «Tres empleados de Renfe se me acercaron para decirme que les había tocado el décimo que les había vendido. Y aunque yo no me he quedado con ningún décimo me he alegrado mucho porque nunca habíamos dado un premio en Navidad, y yo ya llevo 16 años con esta administración. Añorábamos dar ya una alegría». [ Comprobar Lotería de Navidad ]
Ningún premiado se acercó
Amely, vecina de negocio de Francisco Javier, no podía estar más cerca del premio de Francisco Javier, puesto que ocupa el local contiguo. Pero tampoco podía estar a la vez más lejos, puesto que reconoce que «no compro porque tengo mala suerte». Tampoco Esther, de la tienda de maquillaje que está justo delante de la administración ha tenido suerte, aunque ella sí jugaba con otras compañeras. Carmen, de la tienda de productos de belleza del otro lado del vestíbulo, también había comprado décimos, pero ninguno premiado. Aún así, hace una llamada para ver si a alguien conocido le ha hecho un guiño la fortuna y le dicen que los de Imaginarium sí llevaban el número. Pero en esa tienda de juguetes, Violeta, una de las dos empleadas que hay en ese momento, dice que «aquí, que sepamos nosotras, no hemos comprado ningún décimo conjunto. Al menos a mí no me ha tocado nada... de momento».
«El año pasado no nos tocó el Gordo por un solo número»
En el resto de los bares, tiendas y comercios de la estación la respuesta es la misma. Todos apuntan al Imaginarium, y alguno dice que «igual los del Burger King, que juegan varios décimos para todos, han tenido suerte, pregunta», dice una de las empleadas de Passion Food, que antes pide que le compruebe una lista con 4 décimos «por si nos ha tocado algo a nosotros y te damos la exclusiva (sonrisa)».
Pero los 23 empleados del Burger King no están de celebración. Ramona, la encargada, confirma que este año no ha habido suerte. «El pasado casi damos la campanada con el Gordo, fallamos solo por un número, el de enmedio. Todas las Navidades compramos 10 décimos, con terminaciones desde el 0 hasta el 9 (y los muestra)». Quizá el año que viene, con la lotería del Niño , el AVE venga con el número que faltó.
