Lo peor de la gala de los Goya 2015: de los discursos soporíferos al monólogo de Almodóvar

Una gala que arrancó entretenida estuvo a punto de venirse abajo por la pérdida de ritmo causada por González Macho y Banderas

Lo peor de la gala de los Goya 2015: de los discursos soporíferos al monólogo de Almodóvar reuters

d.c.

La larguísima ceremonia de los premios Goya -se alargó más de tres horas en la madrugada del sábado- tuvo muchos momentos divertidos para el recuerdo , pero hubo otros en los que el sueño pudo a buen seguro a parte de los espectadores que seguían la gala por televisión.

Quizás el momento crítico, en el que los televidentes decidieron si irse o no a la cama fue a mitad de la gala, con el discurso de Enrique González Macho, presidente de la Academia de Cine , al que luego siguió el del Goya de Honor este año, Antonio Banderas, previa presentación políticamente incorrecta de Pedro Almodóvar .

Ambos, Macho y Banderas, estuvieron pesados y desentrelazaron unas alocuciones sin un hilo claro que no consiguió enganchar a la audiencia. Los valientes que decidieron continuar después de este momento que hubiera dormido a un rebaño de ovejas se encontraron de golpe con Alex O'Dogherty y una actuación musical similar a la de 2014 (que ya entonces fue criticada) y que no aportó nada a la ceremonia salvo algún que otro bostezo.

Almodóvar tampoco ayudó a levantar una noche que empezaba a resultar tediosa, con su salida de pata de banco contra Wert en una gala sin duros ataques contra el Gobierno.

Segunda parte insufrible

Los discursos y la actuación musical de O'Dogherty marcaron el tono de la segunda parte de la gala, en la que los chistes de Dani Rovira empezaban a no encajar -aunque salvó los muebles con algún chispazo- y durante la que los discursos de los galardonados empezaban a sonar demasiado largos (especialmente reseñables las eternas palabras de los ganadores a la mejor canción por «El niño»). Excepción hecha, claro está, de los toques de genialidad del siempre gracioso Javier Fesser.

La gala tocó fondo con la actuación de Miguel Poveda, que cantó dos temas para promocionar su nuevo disco pero cuya presencia no estaba justificada por ningún enlace cinematográfico. El momento hizo mirar a muchos espectadores la hora y desear que la gala no se extendiera más de la 1 .30 de la madrugada, cosa que finalmente ocurrió.

Afortunadamente, los cuatro últimos Goya se dieron de forma consecutiva y, con «La isla mínima» embalada hacia el triunfo final de la noche, la ceremonia concluyó entre más bostezos que las risas que la adornaron sus inicios.

Lo peor de la gala de los Goya 2015: de los discursos soporíferos al monólogo de Almodóvar

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación