La emotiva carta de la madre de Hodei a los dos años de su desaparición: «Resiste, te encontraré»
Koro Díaz no pierde la esperanza de reencontrarse con su hijo y asegura que «ese día llegará, no sé cuándo pero llegará»
El rastro de Hodei Egiluz Díaz, , un ingeniero informático vasco de 23 años, se perdió en la madrugada del 19 de octubre de 2013 . El joven se había trasladado a Bélgica para hacer unas prácticas en la empresa local Createlli, que meses después le contrató. Era viernes. Hodei acudió a una cena con otros jóvenes como él becados o con trabajo en Amberes y a eso de las dos de la madrugada del sábado se dirigó hacia el piso compartido donde vivía junto a otros jóvenes. Se despidió de un amigo en un cruce de calles próximo a la Estación Central de Amberes y desde entonces no se ha vuelto a saber de él.
Dos días antes había hablado con su madre, Koro Díaz, a través del Skype. «Dentro de dos días en casa», le dijo con alegría en euskera. «Está a punto de pasar dos años y aún no he logrado encontrarte », se lamenta hoy su madre en una emotiva carta que publica en Facebook .
« El camino está siendo muy complicado, lleno de piedras, pero RESISTE, TE ENCONTRARÉ !!! Algún día esas piedras se harán polvo, allanarán mi camino y por fin podremos abrazarnos», asegura Koro a su hijo desaparecido, convencida de que «el día que te encuentre será maravilloso».
«Ese día llegará, no sé cuándo pero llegará», insiste en la misiva la madre que solo espera « que la pena y el dolor no nos consuma y sigamos teniendo fuerzas para luchar por nuestro reencuentro».
Koro se despide en euskera con cariño: «Zure zain. Maite zaitut. Ama» (Esperando por ti. Te quiero. Mamá) en esta carta que ya ha sido compartida por más de 2.000 personas y ha recibido el apoyo de más de 3.860 usuarios de Facebook.
Hasta cinco individuos fueron detenidos por estar en posesión de objetos personales de Hodei, lo que confirmaría las sospechas de que el joven vizcaíno habría sido «víctima de un hecho criminal», posiblemente un robo. El caso continúa bajo secreto de sumario. Sus padres, sin embargo, no pierden la esperanza.