Juan Carlos Pajares, Diseñador de moda
«Cuando amas la moda, te da igual lo que te digan»
Nacido en Marchamalo hace 22 años, Juan Carlos Pajares convive con una carrera meteórica en el mundo de la moda. Casi recién aterrizado de Londres, puede presumir de haber sido reconocido por Vanity Fair y de enseñar su trabajo por primera vez la próxima semana en la Mercedes Benz-Fashion Week Madrid
Juan Carlos Pajares dice que tanta actividad casi no le da para darse cuenta de dónde está, entre los más altos nombres de la moda, y quizá por eso lleva alarmas para todo, que suenan incluso durante esta misma entrevista. «Perdona, es que con tanto lío…», se disculpa. Pero se entiende: apenas tres meses después de haberse graduado, ya es una de las promesas más florecientes de la moda española, llegando a vestir incluso a celebridades de la talla de la ganadora de Eurovisión, Conchita Wurst .
—¿Cómo comienza su afición por la moda?
—Es algo que desde muy pequeño he llevado latente. Me fijaba en los carteles publicitarios de moda y no sabía cómo, pero estaba seguro de que quería formar parte de ello.
—¿Entonces la moda ha dejado de ser definitivamente cosa de mujeres?
—Cuando eres más joven, y más siendo de un pueblo, siempre te señalan porque te gustan este tipo de cosas. Pero cuando amas y valoras algo como yo lo hago con la moda, realmente te da igual lo que te digan. Yo me puse mis objetivos, y aquí estoy, cumpliéndolos.
—Es autodidacta. ¿Cómo empieza a meter cabeza de forma profesional?
—Antes bailaba y diseñaba los trajes de competición de mi pareja y el mío. Un día, como quien no quiere la cosa, con la ayuda de un libro de patronaje del que no entendía y que yo hacía lo que me daba la gana, iba un poco tanteando viendo cómo son las formas de la mujer, el cuerpo. A partir de ahí me formé en Bachillerato de Artes enfocado a diseño y moda. Me gradué en la Escuela Superior de Diseño, gané una beca para Central Saint Martins de Londres a través de una empresa privada que convocó un concurso y acabo de graduarme en junio. De ahí trabajé para una película de Hollywood que ahora se está grabando, una superproducción que saldrá en cines el año que viene. Y de ahí al desfile de la Madrid Fashion Week. Ha sido todo unido, no he tenido vacaciones.
—¿Cómo se afronta toda esta vorágine?
—La verdad es que no puedes administrarlo ni meditarlo detenidamente porque continuamente vives en un bucle de hacer cosas, en la moda es todo rapidísimo. Es algo que disfrutas unos segundos en el momento, y cuando te quieres dar cuenta y asimilarlo, han pasado varios días y ya estás metido en otra cosa.
—¿Tiene compañeros tan jóvenes como usted?
—Es una de las cosas me hace valorar todo esto: que alguien tan joven, que se acaba de graduar, pueda conseguirlo. La gente también reconoce cosas como que comenzase mi mara yo solo a la vez que estudiaba, que me sacrificase tanto… En este mundo es difícil que te acepten, y que la prensa se fije en ti, como Vanity Fair, es un valor añadido.
—¿Cuáles son sus referencias?
—Admiro mucho a los jóvenes diseñadores. Hay una cantera en EEUU que están haciendo un trabajo muy innovador. Allí se les apoya mucho, se cree en ellos, se invierte y se impulsa la cuna. Creo que en España se debería de hacer lo mismo porque hay gente joven empujando por hacerse un hueco. Decir que la nueva moda española es esto, nosotros; no Roberto Torretta o Francis Montesinos, con un gran respeto a estos diseñadores ya consagrados, por supuesto. Hay un relevo muy fuerte que estamos empujando para que se nos oiga.
—¿Cómo afronta su paso por la Madrid Fashion Week?
—La verdad es que estoy muy nervioso, a tilas todo el día, inquieto, con una presión muy grande… Pero puedo estar orgulloso porque el día de los jóvenes diseñadores todo el mundo se va a fijar en mí y en mi trabajo, aunque eso conlleve tanta presión. Pero muy contento.
—Sus diseños destacan por la geometría. ¿En qué se inspira?
—Soy muy fan de la arquitectura y del concepto de todos los artistas emergentes del arte, y eso es lo que intento combinar. Innovar un poco en tejidos y formas, aunque respetando la silueta de la mujer, que es a quien fundamentalmente van dirigidos mis diseños, y que sea sobre todo femenina.
—¿Y para esta colección en concreto?
—Habla sobre todo del color y las formas geométricas en esencia, como el círculo, el cuadrado y el triángulo. La colección versa sobre tres corrientes que tienen todo esto en común: en arquitectura es la Bauhaus, en pintura es Pop Art y en mobiliario es el Grupo Memphis. Todos ellos representan ese espíritu que quiero plasmar. Hay colecciones que cuentan historias, pero yo en mi caso cuento conceptos y mi visión en este caso de esas tres corrientes como hablan las prendas de esas corrientes.
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